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Tarta de limón y queso crema. Receta.

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Si, he encendido el horno. Que nadie se lleve las manos a la cabeza; sólo fueron 45 minutos, y visto lo visto no ha sido para tanto. A cambio esta deliciosa tarta de limón y queso crema. 

No dudo que en verano lo que apetece son los helados, y eso de contribuir a elevar la temperatura en casa no parece muy cabal, sin embargo es una época en que también recibimos más en casa, al menos nosotros, y una tarta o pastel como postre siempre es muy bienvenido.





Mi suegra hacía una tarta de limón exquisita que nada tiene que ver con ésta. Era otra idea; llevaba merengue horneado por encima y base de galleta. Nos gustaba tanto que no dejábamos de darle las gracias y halagar el exquisito postre una y otra vez hasta que, muy detallista ella, empezó a hacerla un domingo tras otro, sin tregua. 

Llegó un momento en que la visión de la maravillosa tarta de limón comenzó a tornarse en pesadilla. Por aquel entonces comíamos todos los domingos en su casa. Los sábados tocaba hacerlo en la mía.




Cuando veíamos la temida aparición cítrica, mi marido y yo nos mirábamos con cara de cordero degollado. Había que detener el círculo!! 

Con grandes dosis de diplomacia, pues se contaban por cientos los domingos limoneros, un día nos armamos de valor y le desmontamos el mito de la tarta de limón.

Mi suegra reaccionó como si nada, pero nunca más la volvimos a catar. Discreta y eficaz ella.




He de confesar que hasta hoy no había vuelto a hacer un postre de crema y limón, pero dos han sido los resortes que recientemente han conseguido rescatar de mi recuerdo los mejores momentos de aquel postre de domingo, y devolver a mi conciencia la necesidad de cocinar algo dulce con intenso sabor a limón.

A saber: La tartaleta de Embassy en Madrid y la de limón con merengue de Globus en Ginebra. La primera me dejó verdaderamente impactada, y la segunda acabó por despertar mi "instinto tarta de limón" que permanecía en of desde que nos decidimos declarar objetores de la sempiterna de mi suegra.




Ya estaba tardando demasiado así que aprovechando la crema de mis cerezas rellenas, me inventé la tarta de limón y queso crema. Que se hace de la siguiente manera:


Ingredientes:

- 4 huevos L.
- 8 cucharadas de azúcar.
- 6 cucharadas de harina Santa Rita especial bizcochos.
- 1 cucharadita de levadura química.

- 4 yemas de huevo 
- 70 cc de zumo de limón.
- 100 g de azúcar.
- 100 g de mantequilla.

- 200 cc de nata 35% mg.
- 200 g de queso tipo Philadelphia.
- Azúcar a gusto.


Preparación:

Tomamos los 4 huevos y separamos yemas de claras. Montamos éstas a punto de nieve y añadimos posteriormente las yemas, incorporamos el azúcar y removemos con unas varillas hasta integrar. Por último agregamos la harina, con la levadura y en varias veces, batiendo suavemente hasta tener una mezcla homogénea.

La vertemos en un molde engrasado con un poco de aceite o mantequilla y la llevamos al horno a 180º durante unos 45 minutos. Yo he utilizado un molde de 15 cm de diámetro, más alto que ancho. Me encanta ese formato.




Conviene tener previamente preparada la crema de limón o lemon curd, pues ha de enfriarse lo suficientemente como para adquirir la textura idónea para rellenar la tarta. 

Nunca hasta hoy había hecho lemon curd, así que, tras rebuscar por ese lugar donde tan bien me desenvuelvo que es la red, topé con la que tenía aspecto de parecer la mejor conseguida o más original. Sin embargo en casa todos la encontramos excesivamente ácida, por tanto he modificado un poco las cantidades para que resulte más suave.

Para hacer el lemon curd solo hay que mezclar las yemas con el azúcar hasta blanquear, añadir el zumo de limón y cocer unos diez minutos para, finalmente, agregar la mantequilla poco a poco, ya fuera del fuego, hasta que se integre. Luego dejar reposar.

Dividimos en capas la tarta y rellenamos, luego la cubrimos con la nata montada mezclada con el queso y el azúcar. Ya os dije que para montar la nata es mejor que ésta esté muy fría, lo demás no tiene más misterio.

Y voilà.... mi reconciliación con la tarta de limón!





Beatriz Tobegourmet.



Sfenjs #cocinacallejera en Argel. Receta.

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No soy nada aventurera. Prefiero América a Asia; lo occidental a lo oriental, la civilización a la naturaleza en estado puro. 

Australia antes que Africa.

Supongo que como toda regla fija lo anterior tiene una excepción. El desierto ejerce sobre mí una fuerte atracción; desde que leí "El Principito" ...... hasta que encontré a "mi príncipe azul" hará unos 17 años.




Solía hablarme mucho de Argelia y del desierto. Cuando le conocí acababa de pasar un año trabajando en la embajada de España en Argel; fue una experiencia que nunca olvidó y que para él supuso sin duda un antes y un después.

No le fue difícil adaptarse a las costumbres y al modo de vida argelino y, en cuanto tuvo la ocasión, emprendió un viaje de cinco días a lo más profundo de aquel país hasta alcanzar prácticamente la frontera con Libia. Durmiendo "à la belle étoile", viviendo con lo puesto y comiendo lo que preparaban sobre la arena Toumami y Moulay; cocinero y guía de la expedición.




No soy demasiado amiga de la comida callejera, he de confesar, así que me ha parecido todo un reto unirme a la propuesta de Juana Lizcano de La cocina de Babel, y preparar una receta que se coma "a pie de calle". Como ella dice.... "esas comidas callejeras que nos gustan tanto, o que en el transcurso de un viaje nos llamaron la atención".

Me siento incapaz de reproducir lo que mi intrépido "príncipe del desierto" se llevó a la boca en las dunas de Tassili N'Ajjer.... entre otras cosas... un pan cocinado bajo la arena.

Pero en mi búsqueda de comida callejera para La cocina de Babel he conseguido dar con algo que me encaja como anillo al dedo y no tanto por su forma, que también, sino por que es ese tipo de cosas que no me importa comer a pie de calle sin remilgos ni problemas.

Y de paso.... hacer un guiño a esa Argelia que nunca llegué a visitar, por circunstancias de la vida, y de la que tanto he oído hablar.




Se trata de los Sfenjs; una especie de donuts, churros, donas, buñuelos, pan dulce.... no sabría muy bien como describirlo. Son típicos de Marruecos, Argelia y Túnez; cuyo desierto si pisé..... Douz.

Viajar a Argelia resultaba complicado. En el año 1993 se vivía bajo el toque de queda, y cuando empezaron a atentar contra extranjeros... "mi intrépido" fue exhortado a abandonar el país de forma precipitada; prácticamente con lo que llevaba puesto y alguna cosa que pudo traerse... como esta pieza de cerámica, alguna alfombra, y poco más.




Sfenj procede de la palabra árabe "isfenj" que significa esponja, la jota se pronuncia como el "j" francés o la jota en catalán. Se trata de un tentempié redondo y dulce que se puede conseguir en los puestos de comida (hanout) en las ciudades. Se espolvorean con azúcar o también se toman bañados en miel caliente.

Los Sfenjyas, que son los que preparan los Sfenjs, hacen la masa de víspera para que tenga tiempo de levar y estar preparada para ser vendida en el puesto la mañana siguiente. De uno en uno, o unidos por una cuerda vegetal hecha de hojas de palmera.




Ingredientes:

- 500 cc de Harina (yo Santa Rita).
- 250 cc de agua tibia.
- 1 cucharada de azúcar.
- 15 g de levadura fresca.
- 1 cucharada de sal.
- Aove para freir.

- Azúcar para espolvorear.
- Miel templada o agua de azahar (opcional).






Preparación:

Deshacemos la levadura en el agua templada, incorporamos el azúcar, la sal y finalmente la harina y bien a mano, o con la Thermomix ( vaso cerrado, vel. espiga) amasamos durante 10 minutos, hasta obtener una masa homogénea y que se pega ligeramente a los dedos. 






Si observamos que está excesivamente firme añadimos un poco más de agua y seguimos amasando. La textura ha de ser algo más blanda que la de la masa de pan u otras masas similares. 

Dejamos levar como mínimo dos horas; hasta que doble su volumen. Cogemos bolas pequeñas de masa y con el dedo hacemos un agujero en el medio y las vamos friendo en aceite muy caliente.

Si es necesario, nos untaremos las manos de aceite para que no se nos pegue la masa a la hora de manejarla. 

El resultado es éste:




Los podemos espolvorear con azúcar, que es como a mí me gusta, pero en Argelia y Marruecos también los suelen preparar bañados en miel templada, o en agua de azahar.

De cualquiera de las formas son deliciosos. En casa los podemos hacer para desayunar o para acompañar un café como merienda.

Con las cantidades indicadas salen unos seis Sfenjs del tamaño de un donuts.




El Sfenj es crujiente por fuera y esponjoso por dentro. 

No es en absoluto aceitoso como lo pudieran ser los churros, con los que se les compara en Marruecos, donde los toman para desayunar. Ni tan dulce como los buñuelos o los donuts. Es una de las delicias de la cocina de calle argelina.

Yo lo describiría como un pan para golosos, un riquísimo bollito con forma de pequeño aro para comer sin acompañar.... uno detrás de otro, sin parar!






Beatriz Tobegourmet.


El Celler de Can Roca. Menú Festival.

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Este es el epicentro del Celler de Can Roca; su cocina. Si cuando estuve allí me pareció un lugar muy especial, casi mágico, cuando leí de Cristina Jolonch que Joan Roca dispone de un atajo secreto que parte del restaurante y le comunica con su mundo privado, su casa, por donde puede aparecer y desaparecer, esa sensación se convirtió en absoluta convicción. 


Joan es el único de los hermanos que vive encima en la bella casa que alberga El Celler de Can Roca. 




Una buena parte del equipo que trabaja allí está formado por estagiers que llegan al Celler procedentes de cocinas de grandes restaurantes de todo el mundo. Constituyen una buena parte de las 35 personas que hay en cocina, y que hacen sus prácticas sin sueldo, y con la comida y el alojamiento a cuenta del restaurante. 




En la cocina de El Celler impera el silencio, la armonía, no se levanta la voz, hay otras formas de inculcar disciplina y en eso los hermanos Roca son un ejemplo.

A nuestra llegada, en torno a las 21.00 el viernes 9 de agosto, Pitu nos recibe en la cocina. Joan había avisado a sus hermanos de nuestra presencia esa noche y les había encomendado ocuparse de que nuestra velada fuera lo más agradable posible. 

Jordi aparece de pronto y nos invita a recorrer las diferentes zonas del laboratorio de los Roca. Me acompañan otras cinco personas; familia y amigos.




Asistimos a la génesis de platos emblemáticos del Celler como "Toda la gamba". Ese toque naranja sobre el soporte negro me recuerda al logo que todos llevan bordado en los delantales. La R con tres patas. Me la imagino igual de crujiente.

Y como no a la creación del mundo, el plato con el que siempre comienza el menú!






La cocina de El Celler de Can Roca funciona como un reloj, sincronizada, con ritmo constante, sin prisa y sin pausa, es un placer observar a la gente que allí trabaja. Les rodeamos, les fotografiamos, metemos nuestras narices entre sus cosas y no se alteran, miran, sonríen y siguen como hormiguitas con el trabajo que les ha sido encomendado.




Nos resistimos a abandonar este espacio tan increíble, tan emblemático, pero estamos deseando sentarnos a la mesa y comenzar el festival! y nunca mejor dicho, pues ese es el nombre del menú que vamos a degustar.




En la mesa nos espera este globo de papel que representa "El mundo". Uno de los 40 camareros que atienden en sala a las 14 mesas, nos lo abre uno a uno y nos encontramos 5 bocados internacionales para ser tomados con los dedos en un orden que previamente nos sugieren.

"Buscamos la concentración de sabor dentro de un mínimo espacio con la complejidad del orfebre" declaró Joan Roca para El País en referencia a esta composición.




Nos encontramos con Mexico; guacamole, semilla de tomate, agua de tomate y cilantro. Perú; Caldo de ceviche. China; verduras encurtidas con crema de ciruelas. Marruecos; almendra, rosa, miel, azafrán, ras el hanout, yogurt de cabra. Japón; núcleo de miso, dashi de nata y tempura de nyinyonyaki. 

Minidelicias con las que los hermanos Roca quieren expresar la riqueza de sabores que se pueden encontrar más allá de nuestro entorno y a los que no quieren de ninguna forma renunciar. 




A continuación, como si tras el recorrido por el mundo regresáramos a la España mediterránea, llega a la mesa este olivo. De sus ramas pende su fruto maduro y en su punto justo para ser recolectado por el comensal. Es un trampantojo.




En realidad las "Olivas caramelizadas con anchoa", son una delicada elaboración a base de un fino caramelo de aceituna verde y de la exquisita anchoa de L'Escala. Como niños contamos las que nos corresponden, de eso que no puedes comer solo una....




A continuación fina, crujiente y sabrosísima la "Tartaleta de chanquete". La presentación tan alusiva al mundo de la mar me parece maravillosa.




Seguimos con los entrantes, y aparece la "Tortilla de calabacín". Se trata de una esferificación, una elaboración de las más complicadas según me dirá Joan en nuestra charla del día siguiente. Deliciosa, no puedo decir más.




Llega el "Bombón de trufa", uno para cada comensal. Y lo tomamos como si lo arrancáramos de la tierra, de la naturaleza de donde procede la trufa.

Una presentación sin duda muy evocadora.




Sobre el famoso "Plat de pan" de Andreu Carulla nos ofrecen el "Brioche de trufa", tierno y muy agradable.

Una de las cosas que más me gustó, y lo cierto es que es muy difícil elegir. No sé si tuvo la culpa en parte mis ganas tremendas de conocer esta vajilla tan especial, diseñada expresamente para El Celler de Can Roca. Desde que supe de su existencia estaba deseando tocarla!




Empezamos ya el menú en sí mismo con el "Consomé vegetal baja temperatura" compuesto de brotes, flores, hojas y fruta. Un plato precioso, de sabor suave, y muy ameno; cruje una verdura, explota un pequeño guisante, nos acaricia una flor...

Estupendo y en su justo punto de temperatura, ni frío, ni caliente, ni templado... no sabría decir.




Un plato muy muy especial. La "Infusión de saúco con cerezas al amaretto, cerezas al jengibre y anguila ahumada". Saúco en flor y saúco un fruto, un encuentro que va casi contra la ley de la naturaleza: o flor o fruto.

El Saúco es un arbusto mediterráneo, que se utiliza para fines medicinales. A mí que me encantan las cerezas me resultó ideal saborearlas en diferentes texturas y combinaciones. 

Un plato que además es bonito con esos tonos rojos, blancos y dorados.




"Contessa de espárragos blancos y trufa". Fue uno de los platos que más gustó en la mesa. Quien no conoce la famosa contessa? Importada desde el mundo dulce, aquí se presenta salada, deliciosa.

Intenso sabor a espárrago fresco, suave toque de trufa. Una muestra de la cocina lúdica de los hermando Roca, que más adelante volverá a hacer acto de aparición en los postres de éste "Menú Festival". 

Hubiera repetido! como con el helado....




Estas son las "Cocochas de sardina" un plato ingenioso, donde el aspecto de la sardina recuerda al de una cococha con su forma abierta. No sé si porque veníamos entusiasmados de la comtessa, pero el plato en sí, pese a su sorpresa y su cuidada estética, nos resultó de sabor excesivamente fuerte. La sardina lo es. Pero logró arrancarnos una sonrisa por esa invitación al juego.

Lo que es no es lo que parece ser.






No penséis que a la altura de la "Ensalada de Ortiguillas, navajas, espardeñas, y algas escabechadas" tenía dificultad por seguir y seguir probando todo lo que los hermanos Roca nos iban trayendo a la mesa. Al contrario, mi entusiasmo crecía por momentos y empecé a preocuparme por el número de platos que faltaban para el final, que no quería que llegara jamás.




"Toda la gamba" es uno de los clásicos de El Celler de Can Roca. De una forma u otra siempre está presente en su menú. Otros platos van cambiando según la época del año, pero la gamba maravillosa de  Palamós es venerada en la cocina del Celler.

La he visto en diferentes presentaciones, la nuestra venía acompañada de un jugo de la cabeza con algas, agua de mar, quinua, y bizcocho de plancton... arriba a la derecha. Un viaje al mundo marino donde encontramos a la gamba en su habitat natural.

La gamba a la brasa se encontraba en su punto exacto. Una obra de arte culinaria esta elaboración.




Y aquí nos encontramos con los tres hermanos. Y no son las tres cigalas, porque se lo pregunté al día siguiente a Joan y me respondió con una carcajada "ésto si que es bueno!, me ha gustado!" Pero no.

La presencia de los hermanos está en sus tres mundos, el salado, el líquido y el dulce. "Cigala al vapor de Palo Cortado, velouté de bisque y caramelo al Jeréz". Se vierte el contenido de la taza sobre las cigalitas y se cocinan con su vapor al momento. Increible!




Como un Miró enmarcado para contemplar y degustar se presenta el "Lenguado a la brasa con ajo negro fermentado, ajo blanco, jugo de perejil y limón".  Pura poesía.




"Bacalao con miso y avellanas". Delicado, etéreo, ligero, con un sabor agradable en una combinación sorprendente. 




Estaba deseando probar el cordero que prepara Joan Roca. Un plato que venera, con su corteza super crujiente. Y no me decepcionó. "Ventresca de cordero a la brasa con berenjenas, café y regaliz". Exquisita la salsa que como una piedra preciosa se presenta separada para jugar a mojar el cordero geométrico y perfectamente ejecutado como si fuéramos niños mal educados. 

Un plato que Joan relaciona con su infancia. La berenjena blanca en pequeños cubos es símbolo de la inocencia, y el regaliz de las horas de juegos en un patio. O así lo veo yo.....




Este es el "Parfait de pichón con cebolla" lleva nueces caramelizadas al curry, enebro, piel de naranja y hierbas. Joan Roca domina los platos de caza, y nos despide del mundo salado con una verdadera obra de arte culinario. Un bocado sublime, con un acompañamiento perfecto. Un diez.






Entramos en el mundo de Jordi, y a nadie le resulta indiferente este postre. Para empezar porque se sustenta sobre una base que imita a una masa madre, que además se muestra viva, porque respira, sí, lo hace de forma que el postre que sostiene oscila arriba y abajo de forma rítmica. Estamos alucinados.

Es el "Helado de masa madre con pulpa de cacao, lichis salteados y macarrones de vinagre balsámico".

Jordi se quedó con todos los que estábamos en la mesa que no paramos de comentar de forma excitada mientras nos íbamos comiendo este postre vivo!




"Adaptación del Perfume de Shalimar de Guerlain". Son muchas ya las ocasiones en que Jordi Roca ha tomado un perfume como pretexto para desarrollar un postre en el que trata de recoger todos sus matices y aromas. Se nos presenta con una muestra en papel para oler tras tomar el postre y comprobar si nos ha recordado a ese aroma. 

Crema de chai con naranja sanguina, vainilla, mango y rosas. Recuerda??? .... no lo sé. Pero estaba delicioso.




Casi acabamos, digo casi porque aun falta por llegar el famoso "Carrito de los postres" sobre el que albergo grandes expectativas y del que me voy acordando a ratitos a lo largo de la cena. Soy una golosa.

Nos despedimos del menú con este postre sencillo y maravilloso "Violetas". Se trata de una esfera de canela y violetas con coco y toffe de miel. Bajo ella unas fresitas. Aparenta un macaron, y cuando voy a tomar el crujiente de violeta que lo corona, veo que solo tiene en común con esa flor el color, ya que sabe a miel! La violeta la vamos a encontrar dentro. Un postre frío casi helado, sutil y femenino. Me encantó.




Llega el carrito de los postres y una discreta y joven mujer nos sirve con una pinza un surtido de las chucherías más pintorescas que he visto jamás.




Las gominolas son membrillo, las bolas doradas una versión de Jordi del Ferrero Rocher, también están presentes las oreo y las cookies. Se presentan sobre un plato ochentero, metálico. Si... podrían ser los ochenta.... mi época de chucherías y gominolas. 

Me tomo dos de cada!!




Abandonamos la mesa bien tarde, quizá sobre la una de la madrugada y me acerqué de nuevo a la cocina para felicitar a Jordi. 

Todo el personal había desaparecido, todo estaba en su sitio, impoluto, como si allí no hubiera pasado nada. Nos tomamos ésta foto.




Luego se acercó Pitu y nos ofreció visitar la bodega de El Celler de Can Roca, su bodega.

Impresionante! 

Ocupa una extensión de 200 metros cuadrados. Su disposición es sobre todo práctica con estanterías de acero. Comprende 2.500 referencias y 30.000 botellas.

Salimos muy tarde de allí, pero aun quedaba gente. Los hermanos Roca se van a dormir en torno a las 2 ó 3 de la madrugada para estar de pie a las 9 de nuevo en el Restaurante, entre los dos servicios apenas un par de horas de respiro. Una capacidad de trabajo increíble, un gran amor por su profesión.

Seguro que ahí está el secreto de su éxito!





Beatriz Tobegourmet.



Mermelada de higos con mozzarella en crema.

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Me gusta recibir en casa y aunque trato de quedar estupendamente, me resulta del todo imposible ofrecer los "Ferrero Rocher" pese a ser considerados la máxima "expresión del buen gusto". 

Entre otras razones porque ni soy la esposa del embajador, ni tengo un mayordomo llamado Ambrosio, ni mucho menos soy capaz de comprarlos y mantenerlos por más de 24 intactos y dentro de su cajita de metacrilato. Además, me parece mucho más fácil hacer una croquembuche que la famosa pirámide de los bomboncitos dorados, y menos pasearla de un lado a otro de mi mini salón. Al menos los primeros van pegados unos con otros y no haciendo equilibrios imposibles.
Así que necesito contar con un buen repertorio de opciones fáciles y originales, con las que sorprender a mis invitados...... como por ejemplo esta crema de mozzarella con mermelada de higos.




Hace unos días me traje a casa un puñado de higos recién recogidos del campo. Mi intención era hacer una tartaleta, o algún postre muy rico y de temporada. Pasaron los minutos, las horas y los días... y mis higos comenzaron a envejecer muy dignamente, con sus arrugas y sus flacideces.

Dejaron de ser bonitos y, casi casi, dejaron de ser útiles para protagonizar ningún plato. Así que intentando recolocarlos y reciclarlos.... pensé en ellos para emplearlos en un helado.




Sin embargo he de confesar públicamente que padezco una especie de miedo escénico que me impide abordar esa tarea.

El año pasado a punto estuve de hacerlo, pero luego conocí a Joël de Papperino. Fue entonces cuando escuché por primera vez la palabra "equilibrio". Si si, resulta que un helado ha de estar equilibrado. No vale hacer cualquier papilla con fruta, nata, azúcar y huevo. Es mucho más complicado. Un helado debe sostenerse a una temperatura que sea idónea a la vez para ser degustado sin que se nos paralicen los labios y se nos congele la lengua. Estar cremoso, sabroso y redondo.

Así que antes de elaborar un postre frío que me deje frustrada e indiferente prefiero ir a su tienda en San Sebastián; o si estoy en La Rioja a la de Fernando Saez Duarte que se llama Della Sera y está en Logroño, o la de Andrés Sirvent  en Calahorra; que es uno de los mejores heladeros del planeta.

Como me siento en cierto modo algo observada por ellos, nos conocemos y nos seguimos, no me atrevo a mover un dedo. Me entendéis verdad??




Así que una vez pelados y preparados mis vetustos higos, pensé en estrenarme con el asunto de las mermeladas. Una cosa para niños, de estas de coser y cantar, vamos.

Recordé las tostas de higos y queso que un buen día me compré por impulso en De Torre Gourmet y así fue como traje al mundo el canapé de mermelada de higos con mozzarella en crema.




No sé si será necesario que explique aquí como se hace la mermelada de higos. Quizá podáis adquirirla y combinarla con la crema de mozzarella; de esa sí que os voy a hablar. Pero es posible que entonces haya muchos higos que se vayan a la basura en las casas de cientos de personas despistadas como yo. Y entonces me sentiré responsable, si eso sucede, porque no deje escrito cómo hacerla en este post.

Así que vamos con la receta.

Ingredientes:

- Un puñado de higos, 500 g, 1 kilo, los que tengáis.
- La mitad de este peso en azúcar.
- 1 limón.


Preparación:

En un cazo ponemos los higos pelados con el azúcar y un poco de limón. La equivalencia podría ser 1 limón por kilo; así 1/4 de limón por 250 g que era la cantidad que yo tenía. Dejamos cocer a fuego suave una media hora. Esperamos a que temple y trituramos con una batidora a gusto. Si querémos más tropezones lo haremos con menos potencia y menos tiempo, y al contrario.

Ya tenemos la mermelada. Yo la coloqué en diferentes tarritos de cristal, me quedé uno, los demás los regalé tapados con una tela de algodón y una cuerdecita. 




La crema de mozzarella.

Ingredientes:

- 1 bolsa de mozzarella fresca. (125g)
- 100 g de leche entera.
- 100 g de nata 35% mg.
- Sal.





Preparación: Trituramos la mozzarella con la leche y una pizca de sal hasta tener una pasta homogénea. Montamos un poco la nata con el accesorio de varillas de la batidora. Añadimos la mezcla anterior y seguimos batiendo unos segundos hasta integrar.

Nos ha de quedar una mozzarella untuosa, un poco más densa que el yogurt.




Extendemos el queso sobre unas tostas. Si localizáis estas de higos y queso sensacional. Yo las he visto en varios sitios de Delicatessen y también las podéis adquirir en la tienda on line de Deseos Gourmet donde encontraréis de todo!!!!. Si os apetece trastear en la cocina, también ideal sobre unas láminas redondas y pequeñas de masa brisa recortadas y horneadas cinco minutos.

Sobre la crema de mozzarella aplicáis un poco de mermelada y listo. Yo las he servido con doble base, me pareció que quedaba bien.






Y les he plantado encima un pétalo de las hortensias, ya en fase otoñal, que aun perviven en mi jardín; por darle un aspecto más campestre .... y un poco de volumen.

La combinación es estupenda, no os descubro nada nuevo, dicen que las uvas y queso saben a beso, pero he leído la misma expresión con los higos, y no sé exactamente cual es la original. 

Los higos que tenía en casa eran higos verdes, pero estoy deseando hacerme con los morados, porque son muy vistosos, para hacer esas recetas que no prosperaron y que cedieron su protagonismo a este gran canapé.






Beatriz Tobegourmet.

Barquitos de crema de bonito y anchoas. Receta.

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No logro quitarme de la cabeza el capítulo de los japoneses de ayer. Acostumbro a escribir los post por la noche. Por el día hago el resto del trabajo; preparación de la receta, fotografía, edición posterior...

Me lo dejo todo preparado para el momento de mayor paz y silencio... cuando todos duermen. 

El problema es que a esas horas no hay forma de conseguir unas pilas AA para un ratón inalámbrico, creedme. Lo he experimentado taquicárdica e impotente hace menos de 48 horas.




Ya me venía avisando desde hace un par de días, pero igual que con el coche y la gasolina, siempre acabo apurando demasiado. Así que no sé exactamente en que párrafo de mi receta de "mermelada de higos con mozzarella en crema", el puntero del ratón desapareció de la pantalla sin dejar ni rastro como si se hubiera ido en busca de un trozo del queso que aun me quedaba sobre la mesa de la cocina.

No me podía estar pasando! Soy incapaz de dejar algo a medias o sin acabar y mucho menos cuando se trata de un texto de mis relatos de recetas.

A falta de otra posibilidad empecé a rastrear la casa en busca de aparatos con pilas. Mis hijos ya son mayorcitos así que abandoné sus dormitorios frustrada y con cierta nostalgia de aquellos juguetes con músicas diabólicas y repetitivas que uno iba entonando luego, como hipnotizado, el resto del día.

Los innumerables mandos de la tele llevan por si no lo sabéis, yo ahora ya sí, las triple A. O sea que por ahí nada que rascar.

Fue entonces cuando me acordé del despertador que tiene sobre la mesilla mi marido. Tiene un sonido tan insoportable que nunca lo usa. O al menos eso creía yo.




Así que sin encender la luz, con sigilo y premeditación, me hice con el botín absolutamente segura de que su blackberry estaba perfectamente programada para sonar a las 8 de la mañana.

12 japoneses le esperaban en un hotel a quince minutos de casa. Los japoneses no sé si lo sabéis, son hiper puntuales, mega educados, y adoran las buenas formas.

Mi marido no es japonés pero tiene en común con ellos todo lo anterior y además un gran sentido de la responsabilidad.

No sé si hace falta que desvele el final de la historia porque es bien fácil despejar la equis en esta ecuación. Creo que podéis deducir la información que aun no he detallado.




A las 9 de la mañana me despertó un grito feroz... qué hora es!!!!!  Su blackberry tan pichi sin sonar ni nada, claro, no era asunto suyo, no estaba programada. Era el despertador sin pilas el que se quedó mudo pese a que no era esa su intención. Las pilas las tenía yo en el ratón.

Dos minutos después mi post sobre los higos se publicaba automáticamente con puntualidad japonesa, tal y como había dejado ordenado tras finalizar exitosamente mi post.

Y mi marido se subía por las paredes mientras se afeitaba con una mano y se hacía un café con la otra.

Los japoneses ahora ya saben que tengo un blog. 




Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra hoy sigo escribiendo con  el teclado a medio gas y el ratón con pilas prestadas... espero llegar al final de este post sin novedades destacadas. Y al igual que el lunes por la noche, os presento un canapé de esos de quedar bien.

No como japoneses, sino como chinos, habréis de trabajar para obtener esta monada de barquitos de masa brisa. A cambio, una vez horneados, acabar la receta es facilísimo así que son el perfecto canapé para tener preparado con horas de antelación y servir en el último momento.


Ingredientes:

- 1 lámina de masa brisa.
- 1 tarro de crema de bonito y anchoas Olasagasti.






Preparación:

En primer lugar estiramos bien la masa con un rodillo para conseguir que esté muy fina. A continuación recortamos lo que serán las bases de los barquitos y los dos bordes. Procuramos ir tapando la masa con un film mientras hacemos cada uno de ellos para que no se seque, si lo hace, no se pega bien.

Como se puede ver en las imágenes se unen dos partes a la base, es fácil pegarla con las yemas de los dedos, luego se unen por los extremos para cerrarlos y finalmente con unas tijeras se les da un corte, en vertical y a ambos lados, para hacer la forma que buscamos. Este proceso es conveniente hacerlo en la bandeja que irá al horno y sobre papel sulfurizado, para no tener que trasladar los barquitos una vez construidos.








Ahora necesitamos sujetar de alguna manera la masa brisa, si no lo hacemos se nos caerá con el calor y no se mantendrá erguida. Yo lo he hecho rellenándola de papel de aluminio (una bola ovalada), o podéis usar el mismo papel de horno. Es conveniente colocar un poco de papel también en las dos caras exteriores del barquito para sostenerlo de forma completa; como dos rulos un poco altos.

Introducimos así todas nuestras bases en el horno a 180º. Cuando hayan pasado unos diez minutos abriremos el horno y sacaremos la bandeja. Estarán en media cocción. Esperamos a que se enfríen un poco y los retocamos, ya que es posible que se hayan deformado un poco. Los volvemos a introducir; ahora su forma ya no va a variar en absoluto.

Vigilamos el horno, cada cual es distinto y no sabría decir exactamente el tiempo que se puede precisar en cada caso, pero es breve, así que mejor estar al tanto y cuando estén dorados los retiramos y punto.




Dejamos enfriar, retiramos el papel de aluminio y rellenamos con la crema de bonito y anchoa de Olasagasti. Es una crema a base de bonito del norte, anchoa de primerísima calidad y un poco de zumo de limón. Su textura es perfecta, no se encuentra ni una espina y es una elaboración absolutamente natural.

Podéis intentar hacer vuestra crema en casa, pero no conozco la receta, tendréis que improvisar, y bueno... ya que nos hemos entretenido un rato con el continente, es mejor tener bien cómodo el asunto del contenido, no?





Beatriz Tobegourmet.


San Sebastian Gastronomika 2013. La edición más televisiva.

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Estamos a menos de diez días para que dé comienzo la XV Edición de San Sebastian Gastronomika. Este fin de semana en el Palacio de Congresos de Kursaal se recogerá la alfombra roja por donde han desfilado las más representativas estrellas del panorama cinematográfico actual, pero pronto ese mismo escenario se verá inundado de de otro tipo de estrellas.

Las estrellas de la cocina.

Andoni Luis Aduriz, Eneko Atxa, Ángel León, Dani García, Joan Roca, Quique Dacosta... son algunas de las que brillarán en las sesiones de "Alta" que este año está dedicada a la ciudad de Londres y su cocina metropolitana. 




Las tendencias de street food, las propuestas más vanguardista y atrevidas y los sabores de Asia estarán presentes en las salas y ponencias del Kursaal. Londres es símbolo de "metrópoli" con su población rica y heterogénea. La globalidad se degusta en su cocina.

Contaremos entre otros con Heston Blumenthal, y Clare Smyth, jefa de cocina del restaurante del conocido Gordon Ramsay. Y como no, españoles que tienen su restaurante en la capital inglesa como Alberto Criado de Cambio de Tercio.

Nos esperan escenas de la cocina de "pub", los puddings, la caza.... un mix sumamente atractivo e interesante. 

"Del pop up a la pura esencialidad" con Isaac McHave, "Del frankfurt al infinito" con James Knappet, o "La historia como provocación" con Jonny Lake del conocido restaurante the Fat Duck.

Londres brillará con luz propia este año en San Sebastián Gastronomika. 




Su denominación ha cambiado "San Sebastian Gastronomika-Euskadi Basque Country", pero continúa  con la misma dinámica.

Igual que en otras ocasiones habrá ponencias donde se podrá degustar desde la propia butaca las elaboraciones que los chefs van preparando en directo.

"Cocinando con" ofrecerá la posibilidad de compartir una experiencia única en compañía de cocineros de renombre como Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, o Martín Berasategui entre otros.

Aunque sin duda, las "cocinas privadas"suponen un atractivo importante al ofrecer la posibilidad de recibir clases magistrales en grupos de 15 personas. 




Todo un lujo y una experiencia poder participar en ellas. Aun queda alguna plaza y el precio es muy razonable. Absolutamente vale la pena.

En la sección "Gastonomika popular", el domingo 6, se celebrará una sesión abierta la público con una divertida "jam session" Londres-España, en donde se darán cita los chefs españoles que tienen su restaurantes en la ciudad invitada. Los asistentes tendrán la oportunidad de aprender a hacer fish & chips, puddings, roast beef...

Este año San Sebastian Gastronomika se presenta más interactiva que nunca. 

Un gran espectáculo culinario que se va a celebrar entre el 6 y el 9 de octubre. Catas, degustaciones, charlas, clases magistrales.  Lo mejor de Londres y lo mejor de España.




Como novedad, en ésta XV edición el vino va a tomar gran protagonismo con las "Wine sessions" que aglutinarán a los más importantes enólogos en una única jornada del congreso. Así mismo, se celebrará la primera edición del concurso de Wine&Win. 

Un lujo la presencia en el Kursaal de Josep Roca, en quien este año recae el prestigioso premio Gueridón de Oro 2013. Sumiller del Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo este año por la guía 50 Best Restaurants, donde sin duda el maridaje cocina y vino alcanza las más altas cotas.

Un "gran banquete de tres días" como lo ha definido la directora, Roser Torres, que contará con los más ilustres protagonistas




To be Gourmet, está acreditado como Medio Colaborador on Line. Así que desde el minuto cero estaremos contando todo lo que allí sucede a través de las redes sociales; facebook, twitter e instagram.

Tendremos también la oportunidad de conocer las las novedades y productos que las grandes marcas exhiben como casa año, en el espacio Market.

Y este año.... será sin duda centro de atención para el público más joven porque el martes día 8 de octubre en la Sala de Cámara del Kursaal se convertirá en improvisado plató, y podremos asistir en exclusiva a un Master Chef Junior

Los televisivos Samantha Vallejo, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz estarán presentes, cómo no, y pondrán a prueba a seis candidatos elegidos que se enfrentarán de forma excitante y llena de emoción con sus armas culinarias, al igual que en el famoso programa que tanto éxito ha cosechado en su primera temporada.

Por su parte Alberto Chicote, de Pesadilla en La Cocina y Top Chef, dirigirá un Show donde varios cocineros se retarán frente a los fogones. 




Un evento imprescindible para los amantes de la gastronomía, y la cocina en un marco incomparable. Aun pueden realizarse las inscripciones para vivir en primera persona este acontecimiento culinario de repercusión internacional. Se ofrecen paquetes muy interesantes de inscripción más hotel, que añaden como regalo la asistencia de una sesión de Cocina privada. Las plazas, como siempre son muy limitadas. 

Qué mejor forma de participar en este congreso que hacerlo de forma íntima y en petit comité con chefs de la talla de Oriol Castro, Eduard Xatruch, Mateu Casañas, Eneko Atxa....

Date el capricho!





Beatriz Tobegourmet



Tartaletas saladas con queso y escalivada.

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De todos los moldes que invaden mi casa, estos pequeños de tartaleta son los que más suelo usar, ya sea para recetas dulces, como ésta o como ésta o para recetas saladas como en éste caso.

Os sabéis la historia esa de la silla que cojea? Consiste en que se le corta alguna pata para nivelar, pero entonces cojea de otra, y se vuelve a rebajar... y así sucesivamente de modo que siempre nos sobra o nos falta pata.

La historia de esta receta es un buen ejemplo de esa típica situación.





Lo de intentar nivelar le pasaba mucho también al marido de mi hermana. Recuerdo que le pasó una vez en Oviedo sentados en un bar de tapas. Acabamos con todo lo que había en la mesa, no sabéis lo bien que se come en Oviedo! pero la botella de vino estaba medio llena. Así que sugirió enseguida que pidiéramos una tabla de queso ya que era "una pena tomar a palo seco un vino tan bueno...."

En el fragor de la tabla de quesos nos quedamos sin vino, y como el queso así sin nada no es lo mismo.... hubo que pedir de nuevo otra botellita. Ya con el vinito en la mesa el queso desapareció rápidamente, así que para acabar el vino nos pedimos unas croquetas. Y así sucesivamente.... No hubo forma de hacer cuadrar sólido con líquido.




Pues bien, el otro día hice unos deliciosos barquitos de masa brisa, para los que utilicé una lámina y media. Era una pena dejar el resto en la nevera....Así que para dar salida a ese resto pensé en hacer unas tartaletas saladas.

La escalivada me chifla, me enseño a hacerla una ex amiga, y cada día me sale mejor. Me pregunto que será de esa ex amiga, igual que a veces me pregunto qué será de mis ex novios. Ojo! que tengo solo un par!

El primero fue uno italiano, a mi padre por poco le da un soponcio. Cosas de juventud.




La decisión, la de hacer la escalivada, me refiero, fue muy acertada. Porque así de la manera más tonta descubrí una forma deliciosa de presentarla. El caso es que con la masa que me quedaba me llegaba para dos tartaletas, así que por pereza a salir de casa, me puse a hacer masa quebrada.

La escalivada la habíamos tomado ya al mediodía como primer plato, y pensé que era un forma estupenda de reutilizarla. Pero de repente me ví con un montón de tartaletas, más de las que necesitiba así que por la tarde me encontré de nuevo asando pimientos y berenjenas.

Como no me quería quedar corta, me acabó sobrando pimento y berenjena asada, pero me parecía que había que poner freno a la espiral y me abstuve de volver a hacer más masa brisa.




Ingredientes:

- 200 g de harina de respostería ( yo Santa Rita )
- 100 g de mantequilla.
-1 huevo.
-sal


- 1 Pimiento grande verde.
-1 Pimiento grande rojo.
- 2 Pimientos amarillos.
- 1 berenjena grande o 2 pequeñas.
- Queso de rulo de cabra.
-Vinagre balsámico.
- Romero.
-ajo.
-Aove.
-sal.




Preparación:

En primer lugar hacemos la masa brisa o masa quebrada. Yo la he hecho con Thermomix por comodidad. Añadimos al vaso la harina, la mantequilla fría y en trocitos, el huevo también frío, y la sal y lo mezclamos en velocidad 4/5 hasta que se haya formado la masa.

Retiramos la masa y la envolvemos en film transparente, la dejamos en el frigo mientras se asan las verduras.

Para la escalivada untamos de aceite los pimientos y la berenjena con su piel y los colocamos en horno sobre papel sulfurizado a 180º grados durante 30 minutos. Pasado este tiempo con cuidado sacamos la bandeja y les damos la vuelta. Dejamos otros 30 minutos.

Pelaremos las verduras en frío, y las cortamos en tiras o trozo pequeños. En un bol mezclamos aove (yo Cal Saboi, de arbequina, muy suave) con sal y un poco de vinagre balsámico, rociamos la escalivada y reservamos.




Ahora vamos con las tartaletas. Extendemos la masa con ayuda de un rodillo y recortamos tantos círculos como tartaletas vayamos a preparar. Vamos cubriendo los pequeños moldes (no es necesario engrasar) y le colocamos encima algo de peso para que no suban. Yo unos garbanzos que guardo siempre y reutilizo para ese único uso. Mejor si lo hacéis poniendo sobre la masa y debajo de aquellos un poco de papel de horno porque si no se os quedarán incrustados.

Horneamos a 180º hasta que vemos que la masa está semi cocida. Sacamos de horno y una vez se haya enfriado un poco, lo justo para poder manipular las tartaletas, las cubrimos con pequeños trocitos de queso de cabra.

Encima colocamos la escalivada y de nuevo al horno. Será cosa de 15 minutos que estén exquisitas y doradas.



El resultado es impresionante. En casa siempre habíamos tomado la escalivada con rulo de cabra y un toque de anchoa, de la buena ehh!!  Le aportaba ese toquecito salado que le hacía falta. Pero en este caso la tartaleta que es un punto salada lo sustituye y le da un toque crujiente ideal!

Y ahora una pregunta......

Os han sobrado tartaletas?? .... escalivada?   Bienvenidos al club de la silla que tiene rota una pata!!




Beatriz Tobegourmet.


Cómo hacer mermelada de moras. Receta.

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Mis hijos no pueden ser más urbanitas. Yo diría que sus árboles favoritos son los semáforos. Les gusta la naturaleza; pero de vez en cuando.

Vivimos en la ciudad pero digamos que en las afueras, por lo tanto tenemos el lujo de poder pasear entre perales, manzanos, viñas, y zarzamoras, cuando nos apetece.

El viernes les propuse acompañarme a dar una vuelta en bici por esos senderos tranquilos con la intención de recolectar algunas moras antes de que vinieran las lluvias.



Hasta hace bien poco mis pequeños urbanitas no habían visto las moras más que en la tienda de chucherías del cine. Y por supuesto se cogían de las negras y de las rojas, igual que con el regaliz. Así que me resultó difícil hacerles entender que las rojas no se cogen ni se comen, que igual que a los pezqueñines.... hay que dejarlas crecer.

Las moras rojas están duras, aun no han madurado, luego tornarán el color al morado oscuro. 

Menuda desilusión! Tuve qué traerme unas poquitas al menos como trofeo. Si no había rojas en el cesto, aquello era muy aburrido y un auténtico timo de mamá.






CONSEJOS PARA RECOGER MORAS SILVESTRES.

Las moras son bayas que encontramos siempre en forma de racimo. Al principio son verdecitas, luego se vuelven de un rojo muy atractivo, y cuando están a punto de caramelo.... casi negras y con brillo. Las naturaleza nos las ofrece fundamentalmente en el mes de septiembre. Cuando se encuentran en su estado óptimo se desprenden con facilidad.

Tienen muy pocas calorías y son una importante fuente de vitamina C y antioxidantes. Un aliado en la lucha contra los radicales libres!

Cuando salgáis a coger moras, descartad aquellas que se encuentran cerca de una carretera, pueden estar contaminadas (el humo de los coches, polvo, tierra...). Ayuda llevar unos guantes para evitar pincharnos con las espinas de la zarzamora. Aunque a mí  me gusta sentirlas con los dedos cuando las arranco.

Es mejor hacerlo en días soleados, ya que si se recogen después de la lluvia habrán absorbido agua y tendrán menos sabor. Las moras son como esponjas!! así que mejor esperar a que pasen al menos otro par de días para que estén bien secas.

En casa duran 3 días en la nevera, y también se pueden congelar. Lo mejor es guardarlas nada más llegar en un tupper y no lavarlas hasta el momento de consumirlas. Si las congeláis hacerlo, sin embargo, cuando ya estén limpias.

Cogerlas una a una, respetar la planta!





Me gustan las moras con yogurt. Pero me encantan las mermeladas; las de frutos rojos especialmente y las de grosella que los franceses llaman cassis me parecen sublimes!!.

Así que tenía claro que parte de la recolección del viernes iba a consumirla calentita con azúcar, que es cómo más me gusta.... mermelada recién hecha!!





COMO SE HACE LA MERMELADA:


Ingredientes: 500 g de moras, 400 g de azúcar, 1/2 limón.

Preparación con Thermomix: Lavamoa las moras en agua fría, las añadirmos al vaso junto con el azúcar, el limón y un cubilete de agua. Programamos 30 minutos, 100º, velocidad 4. Al final trituramos en velocidad 5 a 7  hasta conseguir el punto idóneo de textura.

Sin Thermomix: Cocemos los ingredientes en un cazo pero un poco más de tiempo, como 45 minutos. Trituramos y pasamos por el pasa puré. 

Si notamos muchas semillas la pasamos por el chino. Si nos ha quedado muy espesa lo solucionamos añadiendo un poco más de agua y dejándola hervir unos minutos más.




Podemos hacer mermelada en pequeña cantidad y para consumirla en pocos días, o bien liarnos un montón y dejar la despensa repleta. 

Yo soy de las de la primera opción. La mermelada de mora lleva azúcar y limón y se conserva en casa sin problemas durante al menos una semana. Si nos apareciera un poco de moho en la parte superficial, se retira sin problema, la parte de debajo está perfecta.

Es una buena idea cubrir la superficie de la mermelada que está dentro del bote con papel film transparente, así se consigue que esté en contacto con la menor cantidad de oxígeno posible.

Si la queréis preparar en conserva, habréis de hervir unos tarros limpios en agua al menos diez minutos, rellenarlos con la mermelada recién hecha y hasta el borde. Luego cerrar y dejar boca abajo hasta que enfríen, por ejemplo de la noche al día siguiente, comprobaremos además que el cierre es hermético y no hay pérdida.




Sabed que si una mermelada contiene menos de un 40% de azúcar respecto de la fruta, debemos además proceder a la pasteurización o envasado al vacío. Pero no es éste el caso de nuestra mermelada de mora, así que nos va a hacer falta y nos va a durar tres meses en el tarro de cristal con las instrucciones que os he dado.

Si bien en ferreterías podéis comprar tarros de cristal para hacer vuestra mermelada, también podéis aprovechar otros que tengáis en casa; botes de atún, de otras mermeladas, los tarros de anchoas (los estrechos pequeños son muy monos para regalo) y también me gustan las botellitas de aceite de módena.

Y bien, ahora que ya os he enseñado como hacer mermelada en casa, espero que la saboreéis con prudencia y no como yo que en ocasiones me la como a cucharadas!!





Beatriz Tobegourmet.




Tarta de chocolate, moras y queso crema.

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"Apenas hay luz y yo con mi modesta cámara compacta y sin trípode.... estoy perdida"- pensaba mientras disparaba escéptica. Pero ahora, veo esta imagen y me gusta porque es muy parecida al paisaje que se asoma a través de mi ventana. Brumoso, nostálgico... Puro otoño.





Llevo toda la semana haciendo cosas con las moras que recogimos antes de que llegara la lluvia. Con la mermelada del otro día quería hacer un relleno que recordara a la clásica tarta de queso. Así que elaboré una crema ligera de queso y nata que acabé tomándome luego a cucharadas, la hice abundante a posta.

Como su textura era muy líquida parecía imposible extender la mermelada de mora sobre ella, así que la incorporé soltando dos o tres pinceladas y extendiéndola luego con ayuda de un palillo.

Me quedaron estos dibujos, para mi único disfrute, ya que al cerrar la tarta luego, ya no se perciben y en el corte tampoco se pueden ver.

Como los pintores que en los cuadros pintan algo que sólo ellos saben que está presente, y que es invisible para los demás.




Tenía muy claro que el bizcocho de base sería de chocolate. 

Hay una fórmula que tengo absolutamente dominada y que siempre sale bien, es de cuisine4you y desde que dí con ella la he repetido mil veces.




Ingredientes:

- 4 huevos.
- 250 g de azúcar.
- 250 g de mantequilla.
- 250 de chocolate Valor en polvo.
- 250 g de Harina Santa Rita especial bizcochos.
- 1 sobre de levadura Royal.
- 200 ml de nata 18% mg.

- Una tableta de chocolate de postres.
- 30 ml de nata 35% para el chocolate.
- 75 ml de nata 35% mg para la crema de queso.
-150 g de queso crema.
- 2 cucharadas de azúcar.


Preparación:

Vamos en primer lugar a batir bien los huevos con el azúcar. Para dar aire al bizcocho y que quede bien esponjoso es mejor si por un lado montáis las claras y por otro blanqueáis las yemas, aunque no es imprescindible.

Añadimos la mantequilla en punto pomada, o sea blandita, y mezclamos bien. A continuación incorporamos la nata y finalmente los ingredientes secos; harina y chocolate en polvo y batimos todo.

Yo lo he hecho con la Thermomix en vel 3/4, pero podéis hacerlo con las varillas de la batidora o a mano con una espátula.




Pintamos el molde con un poco de aceite o bien lo untamos de mantequilla para engrasarlo un poco. Yo  he hecho dos bizcochos altos y estrechos en un molde de 17 cm de diámetro por 8 de alto, y al final he puesto uno sobre otro. Los he horneado unos 45 minutos a 180º.

Una vez desmoldados, los cortamos en dos partes. Obtenemos así 4 bizcochos más delgados y tres capas de relleno. En la imagen que veis faltaría colocar el que va encima.




La crema de queso la preparamos batiendo en queso con la nata y el azúcar sin más. Cubrimos la base y le añadimos la mermelada de moras en pinceladas con una cuchara, sin necesidad de extender, luego se mezclará. Colocamos otro bizcocho encima y repetimos la operación. Así hasta llegar al último.

No olvidéis marcar los bizcochos para que al colocarlos uno encima del otro os queden en el mismo lugar y encajen perfectamente, para ello lo mejor es pinchar, en nuestro caso, 4 palillos uno sobre otro en cada capa. Al montarlo, trataremos de que nos vuelvan a quedar alineados y ya está.

Es la mejor forma de conseguir una perfecta layer cake.





En un cazo calentamos la nata hasta hervir y añadimos el chocolate removiendo hasta que esté fundido. Lo aplicamos sobre la tarta que habremos enrasado previamente retirando el exceso de crema que caía de entre las capas.

Dejamos que enfríe un poco y llevamos a la mesa. 

El corte es perfecto, pero como la tarta me la llevé de viaje, preferí transportarla entera, así que tendréis que descubrirlo por vosotros mismos.

De sabor es deliciosa!







Beatriz Tobegourmet.



#gastronómadas, Basollua, y el Flan Carmen Larragoyen.

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Gastronómadas no sólo es cómo empieza.... sino cómo termina. Y mi #gastronómadas #SanSebastián terminó con este flan.

Qué extraño impulso puede motivar a una persona a dejar su ciudad por un día y desplazarse cientos de kilómetros para compartir mesa con algunos desconocidos?  

En mi caso.... la sensación de novedad, de tener la seguridad de que hay cosas nuevas que están esperando, algunas de las cuales no están escritas en ningún programa por mucho que éste nos sea enviado a todos por e mail. 

Son sorpresa, fruto de la casualidad, o del azar.




Loren, el del teléfono, es Lorenzo Herrero o sea @lorentzero. Esto sí venía en el programa. 

Oficia en la Sociedad Gastronómica Basollua, epicentro gastronómada el pasado 21 de septiembre y una de las más antiguas de San Sebastián. Además de trasladarse de su privilegiada sede en Miramar, a la emblemática calle San Bartolomé, se ha reconvertido con el paso del tiempo en un espacio abierto a planes bien diferentes a aquellos de antaño que reunían a grupos exclusivamente de hombres en torno a los fogones.

Hoy de admiten quedadas, talleres, cenas temáticas, como el pasado jueves (italiana), y por supuesto... mujeres.




Si los fundadores levantaran la cabeza!!

Las sociedades gastronómicas son una de las señas de identidad de la gastronomía vasca. Originalmente eran lugar de reunión de señores para su divertimento y disfrute en torno a la mesa. Las mujeres tenían absolutamente prohibida la entrada, salvo la víspera de San Sebastián, el 20 de enero, y el día de Nochebuena. Pero incluso en éstos días no tenían acceso a la cocina, "dónde todo se cuece".

Esto se deriva justo de lo contrario que estáis pensando. La sociedad vasca ha sido tradicionalmente matriarcal. El hombre asumía un papel pasivo en el hogar y en los caseríos donde estaba centrada la producción ganadera y agrícola.




Las sociedades servían para que los hombres se pudieran "escapar" del control de la mujer. En estos lugares los propios socios cocinaban lo que ellos mismos habían comprado en el mercado o habían obtenido en una jornada de caza o pesca.

Hoy la cosa ha cambiado, y aunque aun hay Sociedades Gastronómicas que se rigen por las normas de antaño, lo habitual es que la mujer tenga permitido el acceso, en algunos casos sólo al comedor y en otros también a la cocina.




En la cocina de la Sociedad Gastronómica Basollua fue sabia y expertamente ejecutada una menestra. Su icono sin duda; la tarjeta de presentación de Lorentzero como cocinero mayor de la misma. En la imagen inferior en proceso....




Rafa Padres, gastronómada de nacimiento, pensó en clave de tradición y costumbrismo cuando decidió convocar su décimo #gastronomadas en la ciudad de San Sebastián.

Fue en 1.843 cuando empieza la historia de esta cita de los amigos del 2.0. La causa última de nuestro encuentro en Basollua. Sin esa primera Sociedad que fue fundada entonces, la menestra de Loren, quizá no existiría.

Sin su compliche Elena Pozueta, @pozu, estos 10 gastronómadas no hubieran sido posibles. Y por eso el capitán de esta aventura comestible quiso tenerla presente aquel sábado, ya por circunstancias de la vida, culinarias también, se encuentra instalada desde hace algún tiempo en Hong Kong.




De que fuera en Basollua, y no en otro lugar, tiene algo de culpa la presencia de @lorentzero en las redes sociales, cosa que le diferencia claramente de los socios originales. Las Sociedades gastronómicas se abren al mundo 2.0 sin problema y sin complejos.

Su menestra llamada, "menestra Basollua", es venerada y apreciada por un gran séquito de fans, que esperan a que sea jueves para poder degustarla en mesa corrida y en compañía de amigos.

No pasó desapercibida al popular Robin Food, y protagonizó con gran éxito uno de sus programas. Rafa Prades nos envió el video para que fuéramos entrando en calor. Y allí es donde el azar quiso que se colara el "Flan de la Señora Carmen", la bis suegra de nuestro anfitrión Lorentzero. Existe bis suegra?

Era una de las sorpresas que este gastronómadas de diez me tenía preparada. Visioné el video hasta el final, y descubrí una de las recetas más sencillas y deliciosas del mundo, manuscrita en un antiguo cuaderno de recetas manchado por el tiempo y los lamparones que como Dios manda lo ilustran.

Data de 1934, y pertenece a la abuela de la mujer de Loren, y mucho me temo que acabarán perteneciéndole a él de pleno derecho.




Me voy a ahorrar formular la receta y relatar su elaboración porque a cambio os voy a ofrecer el privilegio de ver cómo la hace su mejor embajador a partir del minuto 26, tras preparar para David de Jorge su menestra sublime ... VER VIDEO.




Fue verle en acción y querer hacer ese flan de su abuela política. Una maravilla.

Otra de las sorpresas que mi tercer gastronómadas, (los anteriores fueron Logroño y Madrid) fue el reencuentro con Marta Mendía para mí "la novia de Mateo", de toda la vida. Que resulta que se me apareció convertida en la Responsable marketing y comunicación de Olasagasti.

Y es que San Sebastián, donde pasé casi toda mi vida, es como todos los sitios... un pañuelo.




Así que me encantó saber que nuestro amigo Mateo del que no sabía nada de hacía tiempo, se encontraba felizmente casado con una chica estupenda. Sei bravíssimo Mateo!!

Marta nos presentó la joya del cantábrico.... la anchoa. Y también el bonito y otras delicatessen que elaboran en Olasagasti y que sirvió de increible aperitivo que bien justificaron los tropecientos kilómetros que llevaban a sus espaldas buena parte de los allí presentes.

A la presentación de Marta siguió una cata de aove variedad Arbequina del que me confieso fan absoluta y entregada desde hace ya tiempo, Cal Saboi.





Y si hubo algo que me hizo especial ilusión en el encuentro de gastronómadas de San Sebastián, fue ver a mi amiga Virginia de Sweet & Sour en acción. Día tras día leyendo sus recetas de panes, pastas, tartas y bizcochos.... me parecía un sueño poder verla en con las manos en la masa. Tiene unas dotes, un tacto, para trabajar las dulces que despierta admiración.




Lo siento Virginia, me salió desenfocada, nos estábamos riendo... pero estás la mar de guapa! Parte de la gracia de los encuentros gastronómadas son los planes que rodean a la imprescindible comida. Y en este caso @ainharalo colaboradora de Hola.com, en Sukaldatu en Diario Vasco, nos iba a impartir un curso del postre más tradicional de San Sebastián:

El pastel vasco.




Nos dividimos en equipo y me lancé directamente sobre Helena porque tenía un montón de ganas de cocinar con ella. Una de mis navarricas predilectas, junto con Silbia. Así junto con Virginia, Helena y consorte,  conseguimos un resultado más que satisfactorio.


     


Pasteles al horno y todo el mundo a la mesa, a descubrirse, a reencontrarse y charlar hasta las seis en que Loren, muy sutil, nos vino a decir que la siguiente comida era la cena dentro de tan sólo un par de horas.

Se estaba tan a gusto allí!!




Esta es la sublime menestra que se nos fue servida con hongos.... siempre mimánda con productos de temporada, lo mejor del mercado en cada ocasión.

Y éste nuestro pastel vasco que elaborado contrarreloj y en tiempo récord y que pasaría tranquilamente la criba de cualquier top o master chef.




Una Sociedad Basollua, que pese a mantener el poso de tradición y solera desde que a principios de siglo un grupo de amigos cazadores y pescadores decidió crearla, no ha renunciado a actualizarse en diferentes sentidos... socios jóvenes, abiertos a propuestas distintas.

Un local renovado y actual que desde abril de 2008 es disfrutado por sus más de 140 socios y sus amigos que celebran reuniones en torno a la gastronomía, intercambiando de experiencias, disfrutando de largas tertulias, y por encima de todo de la amistad.






Y eso es un poco lo que mueve a los gastronómadas siempre que Rafa Prades da la voz de aviso.... cada vez en una ciudad.

... que sea por muchos años!





Beatriz Tobegourmet.



Los vinos de "El Somni". Josep Roca.

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Cierra los ojos y piensa en un sueño. Y en la oscuridad, tras la fina piel de mis párpados, susurro para mis adentros... una cata de vino con Josep Roca. Una cata con todos los vinos del gran banquete de El Somni;  doce platos en doce actos, con doce vinos y doce comensales. "Pitu" Roca, estrella absoluta de las Wine Sessions del Congreso San Sebastián Gastronomika 2013, presentó en primicia y de forma exclusiva para un reducido grupo de personas, los caldos que acompañaron la onírica experiencia.



Josep Roca pidió oscuridad absoluta para catar los vinos que maridaron El Somni, y se hizo la noche en la sala 10 del Auditorio del Kursaal. 

El Somni es una ópera en doce platos, un banquete con doce actos y doce ilustres invitados, como los doce apóstoles, cada uno con su razón de ser. Y gravita en torno a la fábula de una sirena: Astrid.

En seis de mayo de este año se interpretó en la ciudad de Barcelona la cena más singular jamás imaginada. Una idea de los hermanos Roca que combina arte y gastronomía. Una experiencia multisensorial bautizada con el nombre de El Sueño que une cocina, música, cine, poesía y pintura con las tecnologías más punteras.




Los elegidos: Rafael Argullol, Miquel Barceló, Joël Candau, Bonaventura Clotet, Nandita Das, Abderrahma Kheddar, Ben Lehner, Harold McGee, Freida Pinto, Josep Pons, Lisa Randal y Ferrán Adrià

Un poeta, un premio príncipe de Asturias de las Artes, un antropólogo, un doctor en medicina, una directora de cine, un ingeniero e investigador, un biólogo, un escritor, la actriz de Slumdog millionaire, un director de orquesta, un física teórica, y el hasta hace bien poco mejor cocinero del mundo.

El músico Zubin Metha, Franc Aleu y Miquel Barceló son cómplices y colaboradores necesarios en este hito gastronómico.

La cena está concebida como una "obra total" multidisciplinaria, analógica pero digital, real pero onírica, que funde poesía con 3D, filosofía con canto, cine con cocina.... 




Conocía de primera mano algunas de las elaboraciones que fueron servidas allí como "toda la gamba", o la "ensalada de Ortiguillas, navajas y espardeñas" ya que hace un par de meses degusté en el Celler de Can Roca su Menú Festival que incorpora algunos elementos servidos en El Somni. 

Pero no podía imaginar los sabores de los vinos que protagonizaron el gran banquete. Fue un auténtico lujo contar con Josep Roca en las Wine Sessions, absoluta novedad en Gastronomika 13, para que nos lo contara en primera persona.

"Vais a probar cosas raras" anunció Josep como prólogo a la sesión de cata.

Y comenzamos con El Turó d'en Mota 01 (D.O. Cava) de Cavas Recaredo. La primera copa a la izquierda como es habitual. Un brindis por El somni.





Preludio: Mujeres de agua. Astrid se duerme leyendo un libro.

La ópera da comienzo con Un Gran Cru; Monzinger Frühlingsplätzchen 09 de Emrich-Schönlenber. Un Riesling; una de las variedades de referencia de "Pitu"Roca. Corresponde al Preludio del sueño y acompaña en al cena al "Consomé vegetal a baja temperatura, con brotes, flores y vida" servido en una vajilla que representan dos manos que lo contienen. Evoca romanticismo, primavera, felicidad, belleza, verde... 




Primer Acto: Inicio. Astrid sueña, entra en un estado de inconsciencia.

Descubro el vino más delicioso de la mesa es Canari (D.O. Lanzarote) de El Grifo, un cupage de Malvasías 1956, 1970, y 1997. Estamos ante un vino que nunca salió al mercado pero que sorprende por su excelencia. Alude al inconsciente; un vino que renace de sus cenizas y que no ha estado nunca expuesto al sol, recuerdos... simboliza la parte oscura de la luna.

Vuelvo a él en varias ocasiones a lo largo de la cata. Me lo bebo entero!




Segundo Acto: Espacio. Nuestra ondina queda sumergida en el reino del frío y la oscuridad.

Nebbiolo Chinato de Mauro Vergano, Asti. Acompaña el plato de "Espumas heladas de higo chumbo" y quiere sugerir tristeza, frío, oscuridad, lágrima negra. Es un vino muy diferente a cualquiera que antes haya probado, no sé que tiene pero me gusta. Me sorprende el vaso en que nos es servido.




Tercer acto: Ofiuco; Serpertarius. Astrid vuelve a la vida como la serpiente que cambia de piel.

Llega el momento de catar el Salón 99 (A.O.C. Champagne). Le Mesnil-sur-Oger. Chardonay. Acompaña en El Somni el plato "Anguila eléctrica". Noto en el paladar esa sensación que se nos quiere sugerir, de despertar, de electricidad líquida.




Cuarto Acto: Bajo el mar. Astrid nada hacia el fondo del mar. 

Josep Roca nos sorprende con Coliseo V.O.R.S (D.O. Jerez) de Valdespino, que se prensenta en un bote pequeño de cristal con el nº 28 estampado. Es el vino que marida con el plato de gambas, plancton y anémonas al que antes he hecho referencia. Es un canto a la vida, al nacimiento. 

Nos indica que nos lo untemos sobre la cara interna de la muñeca, como si fuera un perfume, que lo olamos y lo catemos lamiéndolo con la lengua, como un acto primario. Sabe salado, como el mar, como  la piel al nacer. Un vino como un fósil. "Lágrimas negras saladas" dice Roca.

Este es el making of del plato que representa el renacimiento de Astrid "Bajo el mar" presentado en SS Gastronomika por Joan Roca. Ver VIDEO.


                                                                       Carta Barcelona: hespérides de www.elsomni.cat


Quinto acto: El jardín de las Hespérides. Astrid emerge del agua, llega a la playa y descubre el bosque.

La Bota de Vino blanco nº 44 de Sanlúcar de Barrameda acompaña al plato denominado "Anarkia" que quiere representar la abundancia, los frutos, el jardín....




Sexto acto: El noviazgo. Astrid se enamora de un chico joven.

Lo celebramos con un Gran Cru; Foster Pechstein 1976 Auslese (V.D.P. Pfalz) un maravilloso Riesling.  Un vino con tonos ocres, cenizas fundidas, basalto, dulce pero a la vez ácido y amargo.

En la cena del Somni acompaña el plato "Ying yang de ostras al palo cortado con ajo blanco y ajo negro". infra.




Evidente el gran simbolismo de éste sexto acto. Enamoramiento, seducción, danza, noviazgo, química. 

El siguiente plato es la "Pechuga de pichón con mole pueblano, rosas y fresas a la brasa" representando el verano, la pasión, el sexo, y el amor carnal en una vajilla diseñada por Roos van de Velde, es el plato de septimo acto.




Séptimo acto: La carnalidad. Astrid se entrega a Adonis. 

Colet Navazos, un espumoso de D.O. Penedès es el vino elegido por Josep Roca para representar la carnalidad junto con el plato de
Pechuga de Pichón. Hedonismo, éxtasis, amor, frenesí, y fuego, concentrado en un Chardonnay.




Octavo acto: Manzana/Rompediza. Astrid es víctima de la ambición desmesurada.

Catamos el Carinyana de Capmany 2012 ( D.O. Empordà) de Arché Pagés (viñas de 100 años) que fue servido junto con el plato "Manzana de oro", que en realidad es una sobrasada. Se quiere representar la ambición, la insatisfacción que genera el deseo sin límites, el narcisismo, el ruido, la avaricia, el crack.





Josep habla de incertidumbre, de cambios en el planeta, en el clima, en los vinos; por la avaricia.




Noveno acto: Guerra. Adonis lucha contra él mismo.

Ascup 11 (D.O. Costers del Segre) Un Pinot noir de Castell d'Encus con el que se nos quiere sugerir la sensación de caos, dolor, autodestrucción. Marida el plato de Joan Roca "Royal de liebre con naranja sanguina y remolacha" que vemos en la imagen emulando gotas de sangre. 




Se sirve en un plato diseñado por Joan Crous; una bandeja hecha a base de vidrio reciclado de botellas de Coca cola que si se aprieta se rompe... una excelente metáfora de la guerra.

Este noveno acto fue presentado en primicia en el Congreso de San Sebastián Gastronómika 2013 por Joan Roca. Ver VIDEO.




Décimo acto: La muerte. Adonis muere y Astrid contempla su cadáver.

El Reliquia Oloroso bota 150 anys sabe a eso, a muerte, es el sabor del veneno, el llanto, la noche, la tristeza. Sabores pesados, un vino curado por la vida, un vino de gustos sordos. Se sirvió en El somni con el "Parmentier de patatas violeta con médula y caviar, humo de incienso y flores malva". 

Josep nos sugiere que nos apliquemos unas gotas en la lengua. "Vais a probar el veneno" nos dice. Es amargo, como la misma muerte.


 Carta Barcelona: hespérides de www.elsomni.cat


....  la muerte es metamorfosis.


Undécimo acto: La Gloria. Amor eterno que germina más allá de los cuerpos de Astrid y Adonis.

Un vino exquisito por dulce, como lo ha de ser la misma gloria; Oberhauser Brüke 08 Eiswein. De nuevo un Riesling. Joan me está convenciendo con esta variedad que adora.

Es un vino helado, de Weingut Hermann Dönnhoff. Acompaña al Postre de masa madre "Helado de masa madre, macarons de balsámico y lichis estofados con algodón de seda".

Sensación de abrazo, de mariposa, de nube, de amor eterno, de cielo.

Y....

Duodécimo acto: Despertar. El canto de los pájaros despierta a Astrid. Todo renace.

Se sirven los petit fours. "Dulces de primavera"

Las luces se encienden....




Todos aplaudimos fervorosamente a Joan "Pitu" Roca, que este año ha obtenido el prestigioso premio Geridón de Oro, y la gente se pone en pie.




Hubiera querido ser Freida Pinto cuando menos, para conocer la experiencia de El Somni en su magnitud completa, y paladear cada uno de los vinos de Josep Roca junto con los platos para los que fueron pensados. Fue no obstante un privilegio participar en la Wine session de San Sebastián Gastronomika 2013 y experimentar un sueño líquido. Gracias Josep, "Pitu" Roca, por la cata de vinos más especial del mundo.





Beatriz Tobegourmet.


Timbal de ventresca, cherries y mermelada de tomate.

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Las prisas son malas consejeras no cabe duda, pero en los días que corren algo totalmente inevitable. Yo tengo un repertorio de recetas para cocinar en 15 minutos, como esta ensalada rápida y muy fácil que sirve igual para verano o para invierno. 

Eso sí, es necesario contar con una buena despensa, donde nunca falten esos ingredientes que nos pueden sacar de un apuro y convertir en ilustres platos rápidos y sencillos. En este caso una mermelada de tomate, una buena ventresca y unos pistachos.


Llevo unas semanas yendo con prisa a todas partes. Necesito días de 35 horas, y por el momento amanezco y siguen teniendo sólo 24.

El caso, y lo más importante, es que el hecho de ir como un rayo de un lado a otro no me ha traído ninguna consecuencia ni sobresalto, que hubiera sido normal por otra parte.

Mi marido que es otro velocípedo humano, no tiene tanta suerte, y hablando de "pies rápidos" que es la tradución de ese palabro en latín.... os contaré lo que le vino a suceder una de las últimas veces en que trató de llegar en poco tiempo a un montón de cosas.




El 25 de Junio salía de su oficina, como siempre disparado y con prisas, con destino a Madrid para recoger un premio en la Sede de la Presidencia de La Comunidad Autónoma (Antigua Casa de Correos) y a la cena de gala que se celebraba posteriormente. Conducía su coche en tejanos y pisaba el embrague y el acelerador de forma alternativa con los zapatos mas asquerosos que encontró en su armario. Unos viejos naúticos de Sebago.

La razón muy simple. De Madrid partiría al día siguiente al concierto de Bruce Springsteen en Gijón que bajo ningún concepto podía perderse. Manías que tiene uno. Así que vestía la ropa del concierto y llevaba un flamante traje como único equipaje.




Llegó al hotel justo media hora antes del evento. El tráfico de Madrid...!!!

Tenía quince minutos para cambiarse. Camisa, traje, corbata... y zapatos. Zapatos?? Los miró con cara de asombro... a esos zapatos les pasaba algo raro. Los dos miraban para el mismo lado. Si. Eran dos flamantes zapatos negros perfectos para el pie derecho. 

Lo que primero pensó fue en calzarse uno de los zapatos derechos en el pie izquierdo, aunque aquello pintaba mal, hubiera estado incluso dispuesto a sufrirlo en silencio, pero fue absolutamente imposible así que desistió en el intento.

Como eran las 20,45 todo estaba cerrado en Madrid. Pero él, conservando la calma (eso es fundamental para pensar) y armado de valor para afrontar la terrible contrariedad, se echó a la calle, trajeado y con aquellos penosos náuticos en busca de una solución. Me imagino la estampa.




Todo parecía perdido cuando un pedazo de Corte Inglés se le apareció a dos manzanas como si fuera una visión. Nunca antes había comprado unos zapatos en tan poco tiempo. A los 8 minutos bajaba como un pincel en el ascensor de la tercera planta (sección de caballero). Y a los 18, recogía el premio y posaba para la prensa sin necesidad de esconder los pies que por otra parte hubiera sido bastante complicado.




Si uno puede resolver semejante papeleta, no os amedrentéis cuando suene el teléfono y se os anuncie la presencia de un compromiso para comer.... que llega en una hora. 

La imaginación y como antes decía, una despensa perfectamente diseñada y organizada, es la solución para salir airosa de cualquier imprevisto.

Y si no... qué me decís de este primer plato exquisito que se prepara en un suspiro?


Ingredientes:

- Tomates cherry, mejor de colores.
- Ventresca de bonito (yo Olasagasti).
- Mermelada de tomate.
- Pistachos, almendras, nueces.
- Vinagre balsámico.
- Aove.
-sal.




Preparación:

Lavamos los tomates y los cortamos en pequeñas rodajas. Preparamos un aliño con 3 partes de aceite por una de vinagre balsámico, añadimos sal y los frutos secos picados en un par de minutos con un mortero. Batimos para que coja cuerpo con unas varillas o un tenedor.

Montamos con la ayuda de un aro emplatador una base con las rodajas de los tomates cherry.




Sobre ella colocamos la ventresca y un poco de mermelada de tomate; deliciosa la combinación que descubrí recientemente en un restaurante de Tarragona donde la servían con tomates ecológicos también de colores. Le da un punto dulce y novedoso. Una receta rápida y muy lucida que seguro os va a sacar de algún que otro apuro.





Beatriz Tobegourmet.


Pastel de queso y uvas tintas. Receta.

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Me apetecía hacer un postre homenaje a nuestra uva tinta, sí, esa de la que obtenemos tan buenos vinos en La Rioja. Normalmente, aunque la podemos encontrar fácilmente en las fruterías, tiendo a ignorarla y elegir la blanca, la de toda la vida, dulce y carnosa. Pero la uva negra tiene su punto. Es preludio del otoño, del cambio de los colores en la naturaleza. Si los vinos maridan con la comida, la uva negra lo hace a la perfección en este delicioso pastel de queso con toques de canela.




La podríamos confundir con el arándano, y de hecho, la podemos utilizar en cualquier elaboración que lo contenga, pasteles, muffins, tartaletas... es más económica y rica en antioxidantes.

Me he entretenido en desgranar un bello racimo, prieto y terso, que no he llegado a fotografiar.... pero lo haré próximamente, porque tengo muchos planes para mis uvas negras. 




Acostumbro últimamente, para regocijo de mis más ávidos lectores y muy a pesar de los ojeadores de recetas que huyen de textos largos que siempre producen un algo de pereza, a ilustrar mis platos con las más inverosímiles historias.

Como decía ayer una lectora que adoro, por su trabajo como blogger y por ella misma, son las historias de la familia To be. Ayer era protagonista el Señor To be, y otros días lo puede ser cualquier otro de sus miembros. Es Juana de La cocina de Babel




Así que hoy he pensado que quería contar algo que le pueda interesar precisamente a ella. Y pensando pensando, y como nos conocemos.... he decidido desgranar mi atrezzo y contar su procedencia.

Mira Juana, la copa super ideal con campana que contiene el pastel me la compré con Cósima, en menos de diez minutos en una tienda de Tarragona, cuando fuimos al evento que organizó Silvia hace un par de semanas, sí en ese que te echamos mucho de menos.... Y lo hice en cosa de 7 minutos, porque afuera me esperaba Mon que llevaba mucha prisa. Fue un flechazo, y como siempre Cósima de Celestina.

Has de saber que es una de mis amigas más fructíferas en lo que a comprar se refiere. Sabe encontrar los sitios que me gustan y me conduce siempre hasta el objeto que tengo en mente y que aun no he encontrado. Como en este caso.

Pero te va a costar creer de donde ha salido esa pluma tan ideal. 




Me la encontré cuando colocaba las cosas para hacer las fotos, detrás de una butaca. Pertenece al plumero con el que se limpia mi casa. Si, como lo oyes, se ve que se había desprendido justo el día correcto y en el momento oportuno, porque le va a la foto de maravilla, no crees??

La cucharita ya sabes.... es de esas que tiene el 80% de los bloggers con blog mono, como digo yo. Me la compré en Amsterdam tras perder lo que podía haber sido una mañana de museos o visitas de interés cultural. El señor To be, muy condescendiente, no tuvo inconveniente alguno en localizar en nuestro mapa callejero las tiendas de cacharrines de la ciudad para mi alegría y recogijo y acompañarme a descubrirlas todas. Es de la marca Sabre, una vez hice un post sobre ellas que puedes ver Aquí.

Importante!! ... la receta:

Ingredientes:

-12 galletas Napolitanas.
- 50 g de mantequilla.
- 200 g de queso crema.
-1 yogourt natural.
- 100 g de nata líquida para montar.
- 3 láminas de gelatina.
- Azúcar para endulzar.
- Uvas tintas.


Preparación: En un cazo calentamos la nata y le añadimos la gelatina previamente humedecida en agua templada. Cuando se hayan disuelto lo vertemos en un bol y añadimos el queso, el azúcar y el yogort. Batimos y reservamos. 

Colocamos un par de aros emplatadores sobre papel de horno. Machacamos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Mezclamos y colocamos en la base del aro, sobre ellas la crema de queso y dejamos enfriar 3 ó 4 horas en el frigo. Desmoldamos empujando la base desde abajo. El pastel sale por arriba. Adornamos con uvas tintas. 






Beatriz Tobegourmet.

Top Chef y Master Chef presentes en Gastronomika 2013.

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Samantha Vallejo Nájera creó su propia empresa Samantha de España Catering hace casi veinte años, pero nunca ha sido tan conocida en su faceta culinaria como en estos momentos, y todo gracias al Talent show gastronómico"Master Chef". Un formato televisivo importado de Gran Bretaña que se estrenó en nuestro país el 10 de abril de este año en TVE y en prime time. 


Al principio le costó arrancar pero en poco tiempo logró posicionarse arrasando en las redes sociales y convirtiéndose en trending topic nacional con casi tres millones de espectadores. Anteriormente, Alberto Chicote revolucionaba la parrilla televisiva con su "Pesadilla en la cocina" (emulando a Gordon Ramsay) con el primer reality culinario en nuestra televisión. 

Y actualmente, junto con Angel León y Susi Díaz, se nos presenta con una adaptación de "Top chef" americano que lleva ya once temporadas en antena.




San Sebastián Gastronomika, en su XV Edición, no ha sido indiferente a este fenómeno, y lo ha presentado como una de las grandes novedades y exclusivas dentro de su prestigioso programa. De esta forma, en la jornada del martes 8 de octubre la Sala de Cámara de Kursaal fue la sede en primicia de un "Master Chef Junior". 

Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nájera, y Pepe Rodríguez nos ofrecieron un adelanto de lo que los espectadores podrán ver a partir de Diciembre en sus pantallas. En donde encontraremos, según palabras del primero, "un Pepe más dócil y más blando".




El formato se concibe bajo un punto de vista didáctico y educativo. Antes de este novedoso show, los niños convocados al Auditorio del Kursaal pudieron aprender de cocina y conocer los beneficios de muchos productos que en teoría no les gustan, y ello de la mano de cocineros como Mario Sandoval y Ramón Roteta entre otros.

Se les habló de los secretos que pueden convertir un plato de pescado en un suculento y atractivo bocado. Repasaron la pirámide de la alimentación y aprendieron también que la cocina puede ser una salida laboral más que apetecible después de los estudios.




En el escenario seis niños, elegidos por sus respectivos colegios de San Sebastián, cocinaron junto al famoso jurado de Master chef. En la imagen Patxi Muñoz uno de los favoritos con Jordi Cruz.

"Los chavales donostiarras llevan la cocina en vena" decía Pepe Rodríguez admirado por la destreza que exhibía el jovencísimo Jon Martinez cortando y preparando un plato con chipirones.

Los protagonistas sufrieron en sus carnes toda la presión de la telerrealidad. Se les presentó una caja misteriosa con ingredientes sorpresa para preparar un plato en tan sólo 30 minutos. 




No sé cómo se nos presentará el programa que TVE tiene preparado para estas Navidades, pero en Gastronomika, los jueces fueron colaboradores y benevolentes ayudando en el último momento a conseguir rematar los platos que los niños tenían en mente. Samantha nos decía "Me ha encantado porque han sentido esa tensión cocinando que se experimenta cuando se está al otro lado".




Jordi por su parte comentó "Pensaba que harían una trastada al no saber con qué se encontrarían, pero han cocinado genial con una destreza que no esperas para un chaval de esa edad".

Y nos decía sonriendo y entre bromas "después de Enero, me da miedo que en las casas de este país los hijos cocinen más y mejor que sus padres". 




Con él tuve la oportunidad de entrevistarme después de una mañana muy ajetreada en la que además de participar en el reto de estos jóvenes frente a los fogones, nos ofreció una ponencia dinámica y entretenida junto a su compañero de batallas Pepe, el chef de El Bohio, en la que además nos presentó la última novedad en su restaurante Ábac: Unas "fabes verdinas con panceta, almejas y flores", servidas en un caldo vegetal con langostino. 

Al mismo tiempo manifestaba a los que allí nos encontrábamos que "Es absurdo decir que todo está inventado. Lo que hay que tener son ganas".




- Sin duda el formato de Master Chef es algo totalmente novedoso en el mundo de los programas de cocina, crees que ha influido en la manera de percibir la gastronomía por parte del público?

Espero que sí, que haya contribuido a que la gente conozca mejor nuestro trabajo. Antes pensaban que cocinar era sencillo, ahora valoran más lo que supone la actividad en un restaurante, el trabajo que hay detrás de un plato.

- Ahora os presentáis con la versión infantil, qué me puedes decir al respecto?

Durante Master Chef comprobamos que una gran parte de la audiencia era infantil. Eso fue toda una sorpresa. Por eso pensamos que sería buena idea llevar a la pantalla un Master Chef Junior y que iba a tener una gran acogida como así ha sido. 

Los chavales no tienen miedo a la cocina, a trabajar con los productos. Ahora ya piden que un plato además de rico sea "bonito". 

"las niñas son más de ensaladas y presentaciones cuidadas, los chicos son más de guisotes" apostilla Pepe que lo tenemos al lado.

- Supongo que eres consciente de la repercusión en las redes sociales del programa de Master Chef.  Ha tenido alguna influencia en el devenir del mismo, las opiniones que han sido vertidas en medios como twitter? 

En absoluto, el programa iba tres semanas por delante de la emisión. Si es cierto que hubo un giro en el estilo, pero fue cosa nuestra, decidimos que nos sentíamos más a gusto un poco más relajados, no tan firmes como al principio.

- Eres activo en las redes sociales, qué opinión te merecen?

Yo estoy siempre con la tecnología y a favor de la tecnología en todos los ámbitos. Twitter tengo desde hace poco, Pepe por ejemplo no tiene y Samantha está un poco a medias, pero hay que reconocer que todo lo que sea dar publicidad es bueno.

Jordi, has notado la repercusión del programa Master Chef en tu restaurante?

Si, mucho, antes la mayoría de los clientes eran extranjeros, ahora tengo la suerte de poder mostrar mi cocina a la gente de mi país, y eso es una satisfacción muy grande.


- Que poso esperas que dejen en la gente programas del estilo de Master Chef, y Master Chef Junior?

Espero que ayuden a difundir nuestra profesión, a dignificarla sin vulgarizarla. En las casas por el trabajo y las circunstancias cada vez se cocina menos. También espero que sirva para que los niños cocinen más. Que algo cambie si es posible, en ese aspecto, estaría muy bien.





Ya más relajados y charlando de otras cosas le confesé a Jordi y Samantha que tuve que frenar a mi hija Marta en su ímpetu de presentarse como fuera a las pruebas de Master Chef. "Pero sabe cocinar?" me preguntó ella... "Nooo... pero le gusta un montón, nos hemos dado un año para aprender a hacerlo mejor y luego a por ello!" contesté yo.

"A mí me gustaría cocinar con mi hija, algún fin de semana lo hago" me dijo Samy, "pero no tanto como quisiera, no tengo tiempo".

Lo que no saben mis Master Chefs es la pelotera que he tenido recientemente en casa. Me dio por decirle a mi Marta de que eso de que te seleccionaran para el concurso era poco menos que imposible. Y le puse un ejemplo de lo más culinario:

"Mira, tu te tienes que imaginar el maletero del coche de papá lleno de garbancitos, bien, pues tu eres uno de ellos y de todos esos miles una mano va a seleccionar sólo 15. Lo ves? es imposible". A Marta se le quedó cara de haba.

Hace una semana mi hijo mayor entró por la puerta de casa diciendo "No te lo vas a creer mamá! He visto a menganito en la tele en el casting de Master Chef". 

Mi teoría de los garbancitos a tomar viento. Me veo a partir de ahora enviando tapas de yogures y etiquetas de Nescafé, y comprando las rifas de viaje de fin de curso de todos los colegios, porque Marta se va a encargar de recordarme que la "muybuena" suerte existe.




En San Sebastián Gastronomika también se esperaba al mediático Alberto Chicote, que se presentó el viernes en el escenario del Auditorio del Kursaal con una versión muy particular del "Iron Chef" en la que los cocineros Iñigo Lavado, Rafa Peña, y Javier Olleros tuvieron 45 minutos para preparar un plato con los mismos ingredientes pero sin conocerlos de antemano. No fue una competición sino un rato divertido y una demostración de la capacidad de los participantes. "Tres tipos de mucho prestigio" decía  Chicote, "se nota donde hay talento y donde hay creatividad".

Su nuevo programa "Top chef" no es un espacio de cocina sino con cocina, pero él está encantado porque nunca hasta ahora este tipo de programas había tenido un hueco en prime time, ni despertado tanto interés. En nuestro país gusta mucho la comida, nos atrae ver ese mundillo, dice el coacher culinario, y a nosotros nos gusta que nos vean, que vean lo que se está haciendo en las cocinas.




A propósito de "Pesadilla en la cocina" Chicote recibe muchos tuits en los que le piden visitar restaurantes que merecen una inspección seria. 

"Vente aquí que tienes para rato". En Gastronomika le preguntamos si no se asustaban al verle entrar en  estos locales que aparecen hechos un desastre. "Yo soy el que me asusto, la pesadilla es la que vivo yo" contesta.

Su primer contacto con las redes sociales fue en 2007 cuando alguien le comentó que existía facebook aunque no podía atenderlo. Luego llegó twitter que aunque no terminaba de entenderlo, enseguida le cogió el tranquillo. Hoy tiene un perfil propio gestionado por el mismo pues no quiere dejar en manos de un tercero algo que es muy particular.

Doy fe de esto último y me presento como @tobegourmet porque hemos interactuado en varias ocasiones. Le digo también que por una vez me encanta la tela de su camisa,  amebas y tonos azules muy de moda, podía ser perfectamente la de alguno de mis vestidos de Vilagallo. 

Los días en que hay programa es una locura, no puedes atender a todas las menciones, comenta. Y también dice que le cuesta escribir cortando palabras "no se escribir con K" pero le encanta la posibilidad que ofrece esta red de escribir "lo que te salga de las narices".

San Sebastián Gastronomika-Euzkadi Basque Country ha sabido recoger las tendencias más pujantes de la actualidad gastronómica con ésta completa representación de la cocina en la televisión que está siendo todo un boom. Estos talent shows son sin duda un fenómeno que ha llevado a la gastronomía a lo más alto de share televisivo. Y con Londres de ciudad invitada, no pudo faltar en esta cita culinaria de repercusión internacional, una representación de la cocina de Gordon Ramsay con su embajadora Clare Smyth, primera mujer con tres estrellas Michelín en Reino Unido. 




Salmón ahumado, mango y pétalos de rosa.

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No hace falta saber nada de cocina para presentar este plato sobre una mesa. Es la receta más vistosa y más fácil que hasta ahora os he enseñado. Un aperitivo de salmón, mango y pétalos de rosa que se prepara en cinco minutos. Un aperitivo para sorprender. Una receta para triunfar. Una original combinación, el salmón y el mango, que va a formar parte ya desde hoy de mi lista de aperitivos para quedar bien en una comida o en una cena.



Siempre digo que comiendo se aprende y así fue como descubrí esta forma de comer el salmón en taquitos gruesos y carnosos.

Fue hace unas semanas en una cena privada en mi tienda delicatessen de cabecera; De Torre Gourmet. En una iniciativa genial y divertida; se convocó una "social dinner" a la que fuimos invitados 13 amigos y clientes para cenar con productos de la tienda y así, conocerlos mejor y degustarlos en un ambiente singular, cerquita de la nueva "cava de quesos", impresionante, y rodeados de los más suculentos manjares en las estanterías próximas.

Tras la reforma, ampliación, de la tienda, se ha creado un espacio multifuncional al fondo, para hacer catas, show cooking o eventos como el que os cuento. El toque genial es que unos de los clientes iba a cocinar el plato principal. 




Compartí mesa con mi amigo Fernando de DellaSera, mi heladería favorita en Logroño city sin duda alguna, y Angelines su mujer y cómplice necesaria, con Juan Boronat; un experto en marketing y social media al que sigo porque es un crack, Ana Santos de Eventosfera, cum laude en la misma disciplina, Javier García Moroy, presidente de la Academia de Gastronomía Riojana, y en fin.... otros ilustres comensales todos ellos vinculados, de alguna manera, al mundo de la gastronomía.

Juntos degustamos, entre otras exquisiteces, el delicioso salmón noruego que nos fue servido en tacos pequeños combinado con un bonito escabechado que le iba genial. Tomé nota del primer ingrediente y lo grabé a fuego en mi  paladar mental.




La combinación con mango y reducción de balsámico me la sugirió días después "Pita", alma de De Torre, y gran sibarita. Y el toque de los pétalos de rosa, es cosa mía. Me los traje de un viaje a Suiza, los compré en Globus. Aquí os lo contaba. 

Había ido en busca del manjar noruego para presentarlo en mi mesa el martes pasado. Me visitaba una amiga muy querida de San Sebastián y su pareja. El tiempo no pasa para según qué amistad, y me sigue encantando reírme con ella igual que hace veinte años, y ver que estamos las dos igual de jóvenes y guapas.... sobre todo lo primero.

Os dejo la receta. Ejem.... la receta del aperitivo, la de la amistad, los años, la juventud y la belleza, aun no dispongo de ella.

Ingredientes:
- Salmón noruego ahumando y en lomo entero.
- Reducción de vinagre balsámico.
- Pétalos de rosa comestibles.
- Uno o dos mangos.




Preparación: Creo que está a la vista. Trocear el salmón ( yo lo compré ya troceado ), picar el mango en pequeños dados, añadir un chorro de reducción de vinagre balsámico y decorar con los pétalos de rosa.   
Este último ingrediente deberíais encontrarlo sin problema en tiendas delicatessen.

La visita de Esther fue de lo más gratificante, porque no sólo charlamos y comimos estupendamente, sino que en la sobremesa me sorprendió con una caja llena de objetos antiguos para atrezzo, de gran valor sentimental, y que ponía a mi disposición para mis fotografías.

Como éstos que veis, que son de herencia familiar y tienen un montón de años. La copa es una pasada. Es imperfecta y no está recta, se puede apreciar en la tercera fotografía. Es de cuando se hacían a mano.... una maravilla. Un escenario de lujo para una receta de lujo; salmón, mango y pétalos de rosa.






Beatriz Tobegourmet.



Bizcocho de chocolate y uvas. Receta.

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Os traigo el bizcocho más elegante del mundo. Para mí el bizcocho perfecto. Es de chocolate, super sabroso, húmedo y esponjoso. Lo he rellenado de uva tinta, y lo he cubierto de copos de oro comestible. Es muy fácil de hacer con sólo seguir unos sencillos pasos. Siempre sale bien.

El molde lo compré en Comercial Minguez en Madrid, me recuerda al de los panettones, y es muy cómodo porque además desechable es muy vistoso, con lo que me parece una idea estupenda para regalar.





El toque del oro comestible sin duda es un plus, y convierte lo que sería un vulgar bizcocho de chocolate en algo mucho más especial. Estos pequeños copos me los envió Mamen de Oro Gourmet para juguetear con ellos en la cocina. También tienen láminas de oro, que son algo más complicadas de manejar pero que nos pueden dar mucho juego; como podeis ver en este post que publiqué hace algún tiempo.




Ingredientes:

- 4 huevos.
- 250 g de azúcar.
- 250 g de harina especial bizcochos de Santa Rita.
- 250 g de chocolate en polvo Valor.
- 1 sobre de levadura Royal.
- 250 mantequilla blandita.
- 200 g de nata líquida 18% mg.
- Un puñado de uva tinta.




Preparación: mezclamos primero los huevos con el azúcar, luego añadimos la mantequilla y volvemos a mezclar. A continuación vamos incorporando poco a poco, en veces, para que sea más fácil de manejar, la harina, el cacao, y la levadura. Finalmente lo batimos con la nata y lo vertemos en el molde. Si tenéis Thermomix, lo haréis con gran comodidad en vel. 3/4.

Dejamos reposar la mezcla dentro del molde de papel del que antes os he hablado, es muy duro y resistente, una maravilla para trabajar. 

Seleccionamos unas cuantas uvas, yo he usado tintas porque están de temporada, retiramos las pepitas y las rebozamos de harina, para que al ponerlas en el molde con la mezcla de chocolate no se vayan todas al fondo y nos las encontremos de vez en cuando dentro del bizcocho.

Lo horneamos a 180º unos 45 minutos, o hasta que la aguja salga limpia y lo dejamos enfriar antes de adornarlo con el oro.




Los granos de uva tinta se confunden con el propio chocolate así, si no decís nada, es una sorpresa dulce y húmeda en el paladar. Recomiendo que si lo vais a servir en casa, en una merienda o desayuno, lo mostréis primero y luego lo retiréis para emplatar; pues queda más lucido si volvemos a espolvorear un poco de oro y al tiempo lo acompañamos con estos chocolates dorados, que podéis encontrar en tiendas especializadas en repostería. 

Me parece una opción perfecta también para ofrecer en Navidad, en esos días que se queda con los amigos para tomar en casa una copa de champagne. Qué mejor que con algo dulce y dorado!  Entonces las uvas blancas serán sin duda la mejor de las compañías para este exquisito bizcocho de chocolate y oro.





Beatriz Tobegourmet.

Farfalle con mango y miel. Receta.

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Os traigo una receta especial para el "All Hallows' Eve", expresión de la que deriva la palabra "Halloween", y que significa "víspera de todos los santos".  Como ya sabréis es una celebración de origen celta exportada por los irlandeses a América. Entre nosotros cada año se viene haciendo más popular y la verdad es que yo no me opongo. A los niños les encanta y se lo pasan de miedo! Este fenómeno está también presente, como no, en el ámbito gastronómico y se pueden encontrar cientos de recetas para hacer el día de Halloween

Y en ese terreno si tengo algo que objetar... No me va lo de ser explícito y hacer dedos cortados, con salchichas y Ketchup, o cosas por el estilo. Lo cierto es que si os dais un paseito por la red se puede ver de todo!.




Soy más de muffins y cosas dulces que se prestan más a dejar volar la imaginación y decorar con motivos de lo más divertidos. O de platos más discretos como éste; ideal para una cena con amigos ambientada con velas y decorada con calabazas, que es lo que en este momento me traigo entre manos.




Unos farfalle de pasta fresca vestidos para la ocasión con elegantes rayas negras y acompañados con una salsa maravillosa, de mango y miel, que os va a encantar. Una propuesta muy sencilla que representa los colores típicos de Halloween; el negro noche y el naranja calabaza.


Ingredientes:

- Farfalle con rayas negras.
- 1 cebolleta.
-1 mango.
- 2 cucharadas de miel.
- Aove y sal.





Preparación:

En primer lugar hacemos la salsa de mango, ya que la pasta al ser fresca se prepara en dos minutos. Para ello pochamos en una sartén la cebolleta picada pequeña. Cuando esté transparente añadimos el mango y lo dejamos cocer a fuego suave hasta que esté blandito. Finalmente añadimos la miel y dejamos un par de minutos más para que ser funda e integre con el mango.

Cocemos la pasta en agua y sal y la sacamos en 6 ú 8 minutos, justo cuando esté al dente. La escurrimos y emplatamos colocando un poco de salsa y sobre ella la pasta.




Si queréis darle un toque aun más especial al plato podéis dejar caer sobre la pasta unas lascas de foie. Yo suelo tener siempre un bloc congelado, con un rallador aplicamos un poquito y conseguimos terminar una preparación con un punto más sofisticado. Se templan al momento.

La idea la tomé de mi cena en el Bulli, donde Ferrán Adría ofrecía una oblea con virutas de foie super frío que se templaba en la boca; exquisito, y sin duda un contraste fantástico para la salsa de mango y miel. 





Beatriz Tobegourmet.


Shopping in New York; Fishs Eddy.

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Nueva York es una ciudad increíble para el shopping. Y cuando, como en mi caso, el principal objetivo es el "Homewere" o artículos para la casa, la mesa y los props de cocina, son muchas las opciones que encontramos aunque, sin duda alguna, Fishs Eddy ha resultado ser la tienda más original y especial de todas la que he visitado.

Fishs Eddy se encuentra en el 889 de Broadway, en un local con sabor a antaño, techos altos, cierto aire industrial, y un millar de objetos de lo más variopinto. Un paraíso para cualquier blogger como yo.




La historia de esta tienda, o almacén, se remonta a 1.986 cuando sus propietarios salían con una ranchera en busca de artículos para su tienda cerca de Gramercy Park en Nueva York. Un buen día toparon con un viejo granero en un pueblo que se llamaba Fishs Eddy.

De inmediato pensaron en adoptar lo que les pareció un curioso nombre, pero la cosa no quedó ahí. 




Aquel antiguo granero venía siendo usado como almacén de platos de un restaurante de un fabricante cercano. Acababa de sufrir un incendio, pero curiosamente toda la vajilla parecía intacta. Platos, Bowls, bandejas....

Preguntaron al dueño del granero si podían comprar algunas piezas, pero se encontraron con una respuesta un tanto inesperada. "Take it all" (llevároslo todo).






Pasaron días rascando suciedad y cenizas de aquellos maravillosos platos. Diseños y formas bellísimas; un auténtico pedazo de la historia de América.

Desde entonces han pasado 25 años y Fishs Eddy ha creado su propia historia manteniendo el gusto por las piezas especiales y su original visión sobre las vajillas y los platos. Sus propietarios han seguido viajando por los lugares más insospechados en busca de nuevas versiones, siempre de gran calidad y gran atractivo.




La tienda es una locura!  Es casi imposible abarcarlo todo con la vista.  De no ser por el espacio limitado del que disponía al viajar el avión hubiera cometido el mayor "compricidio" de mi historia. Me encantaron unos platos que podéis ver en esta imagen y que tienen forma de huevera, son para eso, para contener huevos, pero en el "Restaurante Manzanilla" que Dani García tiene en Park Avenue nos lo presentaron con croquetas. Entonces me arrepentí de no habérmelo comprado porque quedaban genial.




Ideales también todos los stand cakes que encontraréis en esta tienda, pero un poco caros.  El verde de cristal costaba 129 $, o sea unos 110 euros. Los negros entre 100 y 57 $ según el tamaño...

Por la mesa, ni pregunté, más que nada por que me hubiera tenido que volver en barco.




Y es que en Fishs Eddy uno pasa de mirar vasos y platos a quedarse embobado contemplando el mismo suelo, sillas, o muebles que contienen la mercancía, que son joyas. Piezas auténticas y con un sabor vintage de lo más auténtico.

Qué os parecen estos moldes industriales de fundición para todo tipo de menaje??




Pasearse entre las estanterías de Fishs Eddy nos puede llevar cosa de una hora, y si somos unos indecisos quizá algo más. Platos y más platos, de todas los tipos y colores, boles, infinidad de jarras y vasos.... gadgets de todo tipo para la cocina... un paraíso!





En la tienda también se puede encontrar un área de saldos francamente interesante, donde se pueden adquirir verdaderos chollos. Artículos de muy buena calidad a precios muy bajos.







Otra opción que nos ofrece Fish Eddy son los artículos de regalo. Además de delantales, vasos, platos, boles con imágenes de Nueva York o el famoso puente de Brookling, hay objetos de lo más curiosos como estas manos para guantes que constituyen uno de los iconos de la tienda.




Y no os parece ideal esta colección para helados?? Los vasos con forma de cucurucho cuestan solo 10$ y me parecieron super originales. La botellas, jarras y vasos con las motas de colores una cucada. Por si os estoy dejando los dientes muy largos que sepáis que se pueden hacer compras a través de su tienda on line y que envían a Europa, aunque he leído que los portes son algo elevados, pero todo es organizarse con algún otro lector de este post que se encuentre en las mismas.... 






A mi me dejó enamorada la zona de artículos vintage. Pero los precios iban en consonancia con su valor y antigüedad, y su tamaño imposible de transportar desde tan lejos.




Preciosa la báscula antigua! Aunque hay que ser realistas. Hay cosas que en su ambiente y contexto nos parecen irresistibles, pero vamos a ver! qué demonios hago yo con esa báscula en casa? o.... con el súper termómetro que os enseño abajo, que me pareció de lo más!

Hombre.... para montar un pub o un Grill en plan americano, me podría venir al pelo, pero por el momento y aunque me gustan mucho las hamburguesas de buena carne y está de súper moda, creo que no me veo.




No sé el tiempo que me pasé en esta sección, mirando y haciendo fotos para poder atrapar todas estas cosas que nunca me iba a poder llevar a casa. Como una vitrina de color azul verdoso que iba a quedar de maravilla en un sitio en mi casa que enseguida localicé.... pero no. Esta vez no iba a ser la vez.





La tienda seguirá en el mismo sitio, y yo pienso volver el próximo otoño, así que quien sabe? Es posible que entonces encuentre la forma de venirme con ella, y con el plato con forma de huevera para mis croquetas, si es que me sigue esperando....





Beatriz Tobegourmet.


Plumcake de pistachos con chocolate. Receta.

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Lo más valioso sin duda que me traje de mi reciente viaje a Nueva York fue un maravilloso libro de recetas con un montón de tartas, bizcochos, y postres deliciosos, como este plumcake de pistachos que llamó mi atención nada más verlo. Según el Sr. Tobe el bizcocho más rico del mundo y desde hoy mismo su preferido. La textura, el sabor, el contraste con la crema fría y dulce de nata, lo hace verdaderamente exquisito.



Me parece una opción maravillosa acompañada de un chocolate calentito. Así que os recomiendo deshacer unas onzas en un poco de agua, a la antigua usanza y remover hasta que quede fluido. A mí no me gusta demasiado gordito. Los franceses lo preparan así, muy fino.




Para hornearlo he usado un molde desechable de Mandisign que me encantan por su diseño. Este concretamente, me lo envió Amanda hace un montón de tiempo, y por esa obsesión mía de combinarlo todo no acababa de encontrar el pastel o bizcocho que coordinara con su estampado. Cuando ví la receta del pumcake de pistachos enseguida me acordé de él y la verdad es que luce de maravilla.

Y si queremos desmoldarlo a la hora de servirlo, no puede ser más fácil, pues abrimos las pestañas que se encuentran en los dos extremos y lo tenemos ya libre para pasar a una fuente y cortar rodajas fácilmente.




Ingredientes:

-160 g de mantequilla punto pomada.
- 180 de harina Santa Rita especial bizcochos y magdalenas.
- 180 g de queso crema.
- 250 g de pistachos con su cáscara.
- 300 g de azúcar.
- 3 huevos.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 1 pizca de sal.


- 200 g de nata 35% mg.
- 100 g de azúcar glas.
- Otros 100 g de pistachos.
- Unas onzas de chocolate negro 70%.






Preparación:

Pelamos los pistachos y los separamos en dos mitades. La primera mitad la picamos en trozos para que nos los encontremos en el bizcocho, así que calculad el tamaño a gusto de cada cual. La otra mitad la trituramos con una batidora en máxima potencia hasta obtener un polvo fino.

En un bol o en el vaso de la Thermomix incorporamos de una vez el los pistachos en polvo, la mantequilla y la crema de queso. Trituramos hasta tener una crema homogénea. Añadimos el azúcar y batimos de nuevo. Luego los huevos de uno en uno, la esencia de vainilla, la sal y finalmente la harina poco a poco. Vamos batiendo hasta tener una masa lisa. Finalmente añadimos los pistachos en trozos y volcamos a un molde de plumcake previamente engrasado (con mantequilla o con aceite según tengáis costumbre).

Si no disponéis de la harina Santa Rita que especifico, añadid un poco de levadura química, como medio sobre. Lo bueno de esta harina es que ya contiene un impulsor y resulta mucho más cómoda de usar.



Hornead a 180º durante aproximadamente 50 minutos, o hasta que la aguja salga limpia. Reservad hasta que enfríe sobre una rejilla. Para entonces podemos ya tener preparada la cobertura.
Montamos la nata con el azúcar. Extendemos sobre la superficie del plumcake una vez frió y adornamos con trozos de pistachos a gusto. 

El pistacho es sin duda el protagonista absoluto de este maravilloso plumcake, por eso es importante utilizar unos que sean de buena calidad, como los de Borges. Me llegaron hace unas semanas a casa junto con un lote de su nueva línea... el "toque Borges"; coco rallado, piñones, pasas... ingredientes ideales para hacer todo tipo de postres con frutos secos. 





Beatriz Tobegourmet.


Trampantojo de helado Magnum. Receta.

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Quizás os resulte algo extraño que os presente un helado Magnum mini en pleno mes de noviembre. Si de verdad esta fotografía os produce una sensación de frío puedo darme por satisfecha y considerar que he cumplido mi objetivo, pues éste es un trampantojo culinario. Seguro que ya conocéis el término pero aplicado al arte y a la pintura o escultura. Sin embargo, hace ya tiempo que este divertido concepto se ha exportado a la cocina. Y ahora os preguntaréis... qué es un trampantojo culinario? y cómo se hace un trampantojo con comida? 

Pues presentando un plato que engaña al ojo, que nos hace creer que vamos a comer una cosa diferente a la que se nos presenta, como en este caso estos bizcochos rellenos de nata con cobertura de chocolate.




Hoy celebramos el #diadeltrampantojo en twitter y como ya sabéis los que me leéis habitualmente no suelo fallar a los #diade en ésta red social en los que los bloggers nos ponemos de acuerdo en cocinar lo mismo y en el mismo día.

 A veces no es necesario ningún pretexto, puede surgir de cualquier conversación o tuit. Pero no es ésta la primera ocasión que el tema surge a propósito de los talent shows tan de moda con "Master Chef" o en este caso "Top Chef".




En efecto, en un programa reciente el cocinero Diego Guerrero presentaba su original trampantojo de huevo poché y los concursantes debían proponer el suyo.  

Unos salieron mejor y otros peor parados, y los que esa noche estábamos retransmitiendo y comentando el programa para las redes sociales, decidimos retarnos y citarnos en el día de hoy para crear nuestro trampantojo. 

Aquí podéis ver lo que sucedió aquel martes de octubre y que fue pretexto para ponernos manos a la obra y lanzar nuestras pequeñas bromas culinarias a la blogosfera. 


Cuando pienso en trampantojo me viene a la cabeza la famosa "moluscada" de Ferrán Adriá. Se trataba del momento del postre, pero lo que nos llegaba a la mesa era una fuente con un lecho de hielo y sobre él unas enormes almejas. Desconcertaba!

Al abrilas se descubría o una perla, o arena de playa mojada. La perla era un helado de lichi esferificado y la arena, helado de turrón o avellana, no lo recuerdo bien. Desde esa cena, un 26 de agosto, he vuelto a encontrarme con muchos trampantojos en diferentes restaurantes, pero aquel fue una auténtica pasada!. 

Y pensando en él he configurado mi receta de hoy, mucho más sencilla evidentemente, pero con la bandeja y los hielos que confunden por completo haciendo pensar en algo frío; los helados. Eso que escondía Ferrán en las conchas es lo que yo insinúo, cuando en realidad el horno ha estado funcionando a pleno rendimiento para llevarlos a la mesa.



Para hacer estos falsos helados, Silikomart tiene unos moldes especiales que llevaban en mi casa no sé ya cuanto tiempo sin usar. Por fin los he estrenado! y dado el éxito, creo que los voy a tener ya siempre a mano. Los niños estaban encantados!!

Se trata simplemente de hacer una masa de bizcocho y cubrirla con chocolate de cobertura. Yo para que estuvieran más ricos los rellené de la crema de nata del plumcake que hice antes de ayer. 






En los moldes horneamos los bizcochos sin el palito y se lo ponemos después, una vez desmoldados. Si los queremos rellenar haremos unos agujeros con el mango de una cuchara pequeña, por el centro o transversalmente. Yo lo hice de las dos formas.



Para rellenarlos de la crema de nata, lo hacemos con la ayuda de una manga pastelera y con una boquilla larga. Y los cerramos con las migas que hemos extraído para que al cubrirlos de chocolate queden perfectos. 

Vamos con los ingredientes y la receta del bizcocho que yo he utilizado: ( salen 24 helados )



Ingredientes:
- 200 g de mantequilla.
- 240 g de harina de repostería (yo Santa Rita).
- 120 g de queso crema.
- 200 g de azúcar.
- 4 huevos.
- 2 cucharaditas de vainilla.
- 100 g de chocolate de cobertura.
- 4 cucharadas de agua

Preparación:

Batimos la mantequilla, punto pomada, con el queso y el azúcar. Añadimos los huevos de uno en uno y batimos después de cada uno, luego la harina poco a poco y seguimos batiendo, finalmente la esencia de vainilla. Horneamos a 180º 45 minutos aprox.

Una vez hayan enfríado, los rellenamos con la crema (optativo) y les insertamos el palito. Derretimos el chocolate y el agua en un cazo removiendo y con cuidado de que no se queme. Lo vertemos en un vaso alto y cubrimos nuestros falsos helados introduciéndolos hasta el fondo en el vaso de forma que queden completamente sumergidos hasta el comienzo del palo.



Los dejamos secar sobre papel sulfurizado u otra superficie. Repetimos la operación del baño de chocolate una vez más para que queden perfectos. Si nos apetece podemos poner bolitas de azúcar de colores en otro vaso y hacer algunos helados con chispitas, o topping introduciéndos en él cuando el chocolate aun esté húmedo para que se peguen. 


Marta nunca renuncia a los topping en los helados y ésta no iba a ser una excepción, así que preparé algunos especialmente para ella con bolitas de colores. 

Sin duda una opción fantástica para una merendola o un cumpleaños de niños. Y son facilísimos de hacer. Las opciones además son muchas. Podemos recubrir estos pequeños bizcochos con forma de helado también con chocolate blanco. Y son infinitas las opciones disponibles para un relleno delicioso como dulce de leche,  trozos de fruta, mermeladas....  La imaginación al poder!!




 Beatriz Tobegourmet.


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